La mujer de Texas estaba cuidando el perro de su amiga el mes pasado. En eso el can se acercó a su hija, Mackenzi Plass, y las cosas se pusieron feas.

“El perro se acercó con curiosidad”, contó Camp. “Cuando la olfateó, me di cuenta que algo pasó, creo que porque sintió el olor de mi perro en ella”, contó.

El perro empezó a atacar a la niña, pero Camp estaba decidida a salvar a su hija. Así que le mordió la oreja y lo golpeó en la boca. De alguna manera, se las arregló para llamar al 911 durante la pelea.

Un oficial respondió el llamado y disparó al pitbull, pero no lo mató. El perro fue sacrificado más tarde.

Un mes más tarde, Camp y su hija se recuperan. La madre ya ha vuelto a su trabajo y ahora puede usar los dos brazos. Por su parte, Mackenzi tiene cicatrices en la cara, pero le van a sacar los puntos esta semana, indicaron los médicos.