Tras varios años luchando contra el cáncer (primero de mama, luego de huesos y finalmente de hígado), Lorena Rojas, quien el 10 de febrero cumplió 44 años, falleció este lunes en su casa de Miami, rodeada del amor de sus familiares y amigos.

La noticia de su muerte la confirmó la agencia que representaba a la actriz, Latin World Enterteinment: “Con una profunda tristeza queremos informarles a los fans de Lorena Rojas y a sus amigos de la prensa, que la actriz y cantante mexicana falleció hoy en Miami a los 44 años, después de afrontar con valor y positivismo una dura batalla contra el cáncer”.

Fue el año pasado, en una entrevista, Lorena Rojas contó que el motor que movía su vida era Luciana, su hija adoptiva, que en ese entonces tenía cuatro meses de nacida.

“Esta pequeña me ha demostrado que todo los esfuerzos realizados han valido la pena, es encantadora, hermosa y llegó a mi vida para darle otro sentido… Luciana es un ángel en todos los sentidos. Mi día es largo pero disfruto mucho estar pendiente de mi hija.”

Lorena tuvo que esperar dos años para poder vivir la alegría de convertirse en madre y finalmente Luciana nació el 6 de octubre de 2013, pasaron 10 días antes de que madre e hija pudieran reunirse.

“Lorena, quien valientemente desafió la enfermedad en diferentes etapas desde el 2008, dio su último suspiro plácidamente en su casa, rodeada del amor de sus familiares, de su novio y de sus amigos más allegados”, finalizó el comunicado.

Historia de la adopción de Luciana

En agosto de 2008, Lorena Rojas, de 44 años, recibió una fuerte noticia, pues mientras iba al doctor para intentar embarazarse, le dieron un diagnóstico que cambió el rumbo de su vida: tenía cáncer de mama.

No obstante, después de quimioterapias, cirugías y recaídas, su anhelo seguía intacto, aunque sabía que no podría realizarlo, debido a que el cáncer que padece se alimenta de hormonas y un embarazo causaría el aumento de éstas.

Sin embargo, en 2011 se abrió ante ella una nueva posibilidad para la maternidad y comenzó los trámites para adoptar. Aunque en un principio había elegido a México, se enfrentó con muchos obstáculos, por lo que terminó intentándolo en Miami.

Así fue como a base de esfuerzo y después de 2 años de espera, Lorena logró tener en sus brazos a una hermosa recién nacida de nombre: Luciana.