“A veces las lecciones más grandes provienen de las fuentes más inesperadas”, señala Renee Heiss. En la vida vamos aprender muchas cosas y nuestros mejores maestros serán personas que jamás imaginamos.

Superar los problemas. “Los perros literalmente pueden oler los problemas y ser entrenados para sentarse al lado de éstos sin interactuar con ellos”, explica la experta. Por otro lado los niños parecen tener un radar para encontrar “problemas” y cuando están en medio de ellos siempre los disfrutan y encuetran una forma práctica de superarlos con una traviesa sonrisa.

Lealtad. “Los perros están entre las criaturas más fieles en el mundo”, dice Renee. “Ellos estarán encantados de caminar a tu lado todo el tiempo que los necesites”, explica. “Los niños esperan la lealtad de sus cuidadores. Ellos presumen que las personas que los aman estarán allí cuando los necesiten”, añade.

Entusiasmo. Cuando un perro está alegre o feliz por algo sacude la cola, mueve todo el cuerpo, da vueltas sin parar, saca la lengua y se muestra más hiperctivo de lo normal. Los niños corren y se emocionan cuando sus padres llegan al hogar. “El entusiasmo es contagioso. En cada caso, la persona de vuelta acariciará al perro y abrazará al niño”, dice la especialista.

La especialista aconseja tener un poco de todas estas virtudes en la vida para afrontar los diversos problemas por los que pasemos.