Los niños pueden almacenar en su mente una infinita capacidad de imaginación que los ayudará a mantener plena creatividad en sus actividades, además de un mejor desarrollo espiritual que los beneficiará a lo largo de su crecimiento.

La imaginación de tus hijos es esencial para los primeros años de su vida. La fantasía desborda en ellos como secuencias que ayudarán a formar sus talentos. Un elemento principal como los cuentos de hadas, hacen que los niños asuman valores reflejados en sus personajes para tener un concepto del ser humano. El hecho de que en las historias de fantasía todo sea posible ―una rana es un príncipe o que los animales hablen― les ayuda a entender la realidad como una fuente permanente de alternativas.

La fantasía origina en los niños enseñanzas sobre el conocimiento como una fuente de inspiración para proponer sus propias ideas en la búsqueda por convertirse en personas racionales.

En el mundo infantil, la fantasía juega con los finales felices, donde los seres buenos predominan, y aunque no es partícipe de la realidad humana, es indispensable para que el niño valore el bien, influenciando en las actitudes humanas.