Naomi Thomas, de 29 años, era una ferviente luchadora contra el cáncer de mama en 2009 y había dicho que había superado la enfermedad tras agotadores meses de quimioterapia.

Pensando en que todo marchaba bien, decidió formar una familia con su novio Graham. Sin embargo, menos de una semana después del nacimiento su bebé, recibió la devastadora noticia de que el cáncer había vuelto y se había extendido a su espina dorsal, informó The Sun.

Los médicos señalaron que le quedan pocos meses de vida. Ahora la madre mantiene una batalla más dura aún: la de recopilar recuerdos para su pequeño hijo Devon, que le servirán cuando crezca y ella ya no esté. Su legado incluye una serie de notas escritas a mano para que abra en momentos importantes de su vida, como el primer día de escuela y cuando tenga su primera novia.

La mujer explica que el objetivo de sus escritos, es para que su hijo sienta que ella estará siempre cuidándolo y apoyándolo sea donde esté, así el pequeño recordará por siempre lo que su madre en vida escribió para él.