La adquisición del lenguaje es un largo mecanismo físico, neurológico y también afectivo. El bebé pasa por una etapa del llanto al balbuceo, para luego desarrollar palabras y frases. El pequeño mantiene todo tipo de comunicación, cuando esta en la etapa del balbuceo, manifestara más signos no verbales que nunca.

En sus primeros años de vida, el bebé emplea el llanto para comunicarse, los padres aprenderán el significado de sus acciones para hambre, sueño o queja.

Cuando el niño manifiesta palabras, se encuentra listo para desafiar a su entorno, el lenguaje será el impulsador de su primera interacción verbal con sus padres. Estará pendiente de las actitudes que tomes, de los diálogos familiares y de las actividades que le impongas. Las palabras son el reflejo del entorno cultural que se halla. Cada familia es diferente por sus vocablos propios. Hasta la etapa escolar, el pequeño empleará las palabras que le fueron inculcadas en casa.