Aquella es la conclusión de una estudio realizado por la Sociedad de Pedicuros y Podólogos del Reino Unido.

Para la muestra participaron 1000 mujeres embarazadas de las cuales la mayoría había utilizado un calzado inadecuado durante su embarazo (sandalias o zapatos planos, entre otros modelos).

El 37% de ellas confesó haber tenido inflamación en los tobillos, el 45% manifestó hinchazón, mientras el 16% del total dijo sentir dolor en el arco y el talón

En el embarazo la mujer es más propensa a sufrir una lesión debido al ablandamiento de los músculos y ligamentos. Por ello la autora del estudio recomienda lucir tacones altos, durante un corto tiempo, y en ocasiones especiales.

La sugerencia médica es usar zapatos de 3 centímetros de alto, ya que esta medida le permite a la gestante caminar más cómoda, evitando que el peso de su cuerpo se centre en los pies.