Para interpretar los sentimientos del niño a través de sus diseños es mejor analizar varios de ellos. Si el pequeño siempre dibuja un mismo tema o sus trazos suelen incluir temas de violencia, tristeza o miedo, hay que estar atentos.

Conoce su interior

Para conocer mejor a tu hijo, pídele que te haga un dibujo de lo quiera. Dale un papel tamaño carta y 8 colores (amarillo, naranja, rosa, rojo, verde, azul, marrón y negro). Si sospechas que el problema pueda estar en las relaciones que tiene con los miembros de la familia o en casa, dile que diseñe un hogar cualquie. Inconscientemente el niño reflejará en ese trazo la percepción que tiene de la suya.

La prueba del árbol

Uno de los dibujos más exactos para conocer a un niño es el clásico árbol. La forma en que hacen su diseño representa al pequeño, tanto en físico como mental.

Ubicación: Dónde lo ha dibujado, según donde lo haya situado nos puede decir como se siente. Si está en el centro significa que vive el presente, si se ubica a la izquierda tiene lazos con el pasado que le están marcando y si está a la derecha es porque piensa a menudo en el futuro y su vida en adelante.

Los trazos: Igual de importante es la forma en que dibuja, si sus líneas son fuertes y profundos o débiles. Recuerda que siempre debes tener en cuenta su edad.

La base: Se compone del suelo, las raíces del árbol y la base del tronco. Un dibujo que diseña estos elementos con fuerza significa que es un niño estable, fuerte, seguro y que se recarga de energía fácilmente. Por el contrario, unos trazos suaves y una base estrecha denotan debilidad y fragilidad.

El tronco: Sus dimensiones nos indican como es el niño respecto a su entorno social. Uno alto, grueso y voluminoso corresponde con un niño seguro de sí mismo, confiado, que no se deja influenciar fácilmente. Por el contrario uno estrecho, aunque sea largo, es más vulnerable y fácil de doblegar.

Las ramas y hojas: es la parte más ligada a la cabeza, al intelecto, la imaginación y la creatividad. Uno sin hojas, con las ramas desnudas, muestra a un niño con falta de motivación, en cambio, uno con muchos de estos elementos habla de un pequeño creativo.

Si dibuja frutos significa que es un niño generoso, comunicativo, y abierto.