El ejemplo es siempre la mejor escuela, los hijos toman muchas veces el modelo a seguir de sus padres, los admiran y quieren imitar todas sus actitudes y costumbres.

Los niños aprenden mediante modelos, que son la transmisión de las conductas, generalmente los pequeños están pendientes de todas las actitudes de los mayores, sobretodo de las de sus padres. Por este motivo muchos expertos aseguran que los valores no son más que los hábitos que se adquieren de forma inconsciente en el núcleo familiar. Es decir, si se quiere fomentar la solidaridad lo recomendable es que en el ambiente del hogar siempre haya oportunidad de ayudar a los demás.

Lo recomendable es que el niño crezca escuchando mensajes como “no vamos a tirar la ropa que se nos ha quedado a la basura, vamos a llevarla a la iglesia para los niños pobres”, “este sábado tenemos que hacerle algo de comer a la tía que está enferma”,“vamos a hacer las compras de los abuelos porque no se encuentran bien”, mensajes y acciones que le enseñarán sobre cómo se debe actuar con los demás, además de convertirse en una oportunidad de practicar la empatía, puede llevar a entender la importancia de ayuda a los demás.

No es verdad que la educación empieza en la escuela, por el contrario esta se inicia desde el hogar; es en el colegio donde se fortalece, pero el niño debe llegar con una buena base constituida básicamente por valores, así su desempeño será mucho más optimo. Recuerda que tus hijos son los hombres y mujeres del mañana y se les debe inculcar desde pequeños valores necesarios para la sociedad.