Uno por uno, un ejército de hombres próximos a ser padres se anotaron en la clase de Steve Venable en el Hospital Northside cerca de Atlanta, con la esperanza de obtener algo de la sabiduría del exsoldado que se convirtió en instructor del campo de entrenamiento para papás.

Stephen Goodnough es uno de los participantes, su bebé nacerá en menos de un mes.“Nunca he cuidado a un niño, así que probablemente por eso he estado nervioso”, dijo. Goodnough forma parte de los cerca de 300,000 futuros padres que han acudido al Campamento de entrenamiento para nuevos padres (Boot Camp for N*ew Dads), un programa que ahora se imparte en 45 estados, así como en Gran Bretaña, Canadá, Italia y Japón.

El curso comenzó en 1990 cerca de una base de la Marina en California, y ha crecido a pesar de la disminución de la asistencia a clases de parto en todo el país, a medida que más padres recurren a internet. Se realizan actualmente en todas partes, desde comunidades acomodadas hasta barrios de bajos ingresos, e incluso en una cárcel de Ohio.

En tres horas, los hombres en este curso aprenden sobre “resolución de problemas y diagnóstico”, incluida la forma de envolver y calmar a un bebé que llora, cambiar un pañal sucio y cómo tratar a la madre durante y después del embarazo. Con 10 hombres alrededor de una alfombra de colores brillantes y una manta en el suelo, Venable dirige el curso.

Diversos Temas

Además de demostraciones prácticas y el entrenamiento, en esta sala, ningún tema está fuera de los límites. Mujeres de más de 60 centímetros de alto no están permitidas, por lo que los hombres pueden compartir libremente sus preocupaciones; en particular acerca de cómo lidiar con sus parejas.

Venable aborda una variedad de temas relacionados con la madre, incluyendo cómo ayudar durante el parto, cómo identificar las señales de la depresión posparto y cómo ganar su confianza como cuidador.

Otros temas que los hombres frecuentemente reservan para el campo de entrenamiento incluyen el sexo, el malestar de cambiar los pañales y las finanzas.