El portal Bebé y más, refirió a cerca de las constumbres que algunas madres realizan sobre el consumo de agua en un recién nacido. Según la Organización Mundial de la Salud, un bebé sano se debe alimentar únicamente los primeros 6 meses de leche materna, un alimento indispensable para el pequeño ser, sin intervenir otros suministros como leche embasada, agua, etc.

Si se realiza la lactancia como un hábito constante, el agua puede convertirse en un complemento cuando sea necesario. La leche materna está compuesto por un 88% de agua, inclusive, dar al bebé este elemento puede convertirse en un factor de riesgo, al reducir el aporte nutricional producto del cambio de leche por agua, llegando a originar infecciones por los componentes que posee.

Aquellos bebés mayores de seis meses tampoco se les debe sustituir la leche materna por agua, pues al generarse la etapa de alimentación de productos sólidos como verduras y frutas, contendrán el líquido suficiente para nutrirlos.