El general de las personas tiene el hábito de volverse adivinos salvajes cuando descubren que estás esperando un hijo. Te dan volúmenes y volúmenes de predicciones sobre el cómo será ser padre o cómo podrías sentirte.

Este artículo fue escrito por Bret Spears para Scary Mommy.

“Aquí hay algunas de las cosas para las que nadie me preparó. Si te has preguntado alguna vez que ocurría en los corazones y mentes de los padres con hijas, considera esta lista una especie de representación de lo que ocurre dentro de mi alma:”

1. Nadie me dijo lo pronto que ella comenzaría a fijarse en chicos

“Como muchos de nosotros, tengo esta idea antropológica social de que los chicos son agresores románticos y que las chicas simplemente toleran de forma generosa sus actos de persecución. Todo esto cambió una noche en el gimnasio cuando Mary Grace tomó mi brazo y me dijo seriamente, “Papi, ¿ves a ese chico? ¡Me gusta!””

“Mientras tomábamos nuestros smoothies en el café del gimnasio, ella se daba vuelta constantemente para ver donde estaba él y mirarlo atentamente. En algún momento, el chico se acercó a la mesa. Su nombre era Harrison, y resultó ser muy bien educado, alegre y además hablaba bien. La trató amablemente y con respeto. El único problema a su primer amor fue que él era un chico de 19 años de 1 metro 80 cms, con aspecto de surfista y el cuerpo de un deportista. Él trabajaba en un café. Ella tenía 3 años.”

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2. Nadie me dijo lo mucho que yo disfrutaría sus juegos

“Las manicures, fiestas de té, expediciones de mediodía al guardarropas, bailes improvisados, cajas de lápices pastel, y muñecas.”

3. Nadie me dijo lo mucho que iba a aprender sobre la anatomía femenina al tener que cambiar un pañal sucio

“Literalmente, he tenido que limpiar su cosita con una lupa cuando le cambio el pañal.”

4. Nadie me dijo que tener una hija me convertiría inmediatamente en un feminista

5. Nadie me dijo lo que te espera al otro lado de tanta ternura

“Es muy común para los padres de hijas escuchar que te digan “oh, piensas que sabes lo que es el amor, ¡pero prepárate! Nunca has sentido algo así”. Y, en parte, tienen razón. La “hijita de papá” con su padre envolviendo su dedo pequeño es algo bien documentado. Lo que es menos discutido es la furia inmensa que está al otro lado de la moneda, al otro lado de la ternura. Hay una ferocidad indescriptible que se hace parte de tus huesos.”

“Recuerdo el caminar con los nudillos blancos de tanto apretar mis puños en un mercado orgánico con mi pequeña en su coche, incapaz de disfrutar el paseo por las visiones de violencia para las cuales me había preparado en caso de que alguno de los presentes intentase colarse en la fila. Es algo muy complejo para el corazón de un hombre el estar, a la vez y gracias al mismo catalizador, conmovido para entregar su vida y para quitársela a alguien más. Quizás ahí hay una lección.”

6. Nadie me dijo la importancia extraordinaria del color rosado

“La Navidad pasada, M.G. le pidió a Santa una “cachorra niña.” Cuando Santa le preguntó de qué color la quería, ella dijo “rosado” sin pestañear. La he visto conmovida hasta las lágrimas al escuchar que su plato rosa está en el lavaplatos y, por lo tanto, no disponible para usarlo en la cena. Un Jesús radiante, de túnica blanca, podría manifestarse en su habitación y regalarle un unicornio azul con alas y sinceramente pienso que ella diría algo como “Em, gracias Jesús por mi unicornio volador pero olvidaste una cosa: tiene que ser rosado. Ahora, hablemos de esa túnica blanca…””

7. Nadie me dijo que, bueno… quizás mi esposa me dijo esto, pero nunca realmente lo creí: muchas niñas comienzan a planear sus bodas desde el momento en que son niñas

“Personalmente, creo que la culpa la tiene Disney. Cada ítem de mantelería blanca en nuestra casa sirve para ensayar su matrimonio. Lo actúa en detalle. Al principio era inmensamente tierno porque quería casarse conmigo, pero recientemente un compatriota del preescolar ha tomado mi lugar como futuro novio. Ella dice que es porque él es “adorable y guapo”.”

8. Nadie me dijo lo irracionalmente aplastado que me sentiría la primera vez que mi hija quisiera casarse con el adorable y guapo chico del preescolar en vez de conmigo

9. Nadie me dijo que me enamoraría mucho más de mi esposa

“Al tener una pequeña versión de Mary en la casa no puedo evitar el re contextualizar lo que es ella para mí. Muchas de las idiosincrasias y disposiciones que me han amenazado con frustrarme a lo largo de los años fueron de repente retomadas por nuestra hija, permitiéndome el ver con nuevas perspectivas y compasión algunas de sus características que me parecían muy distintas a las mías.”

“Por ejemplo: nunca pude entender esa decepción que aparentemente supera a mi mujer cuando sus planes fallan. Incluso los compromisos más mundanos alterados de forma extemporánea, pueden afectar mucho su humor. Una vez la vi tener un cortocircuito total en la fila de la cafetería mientras miraba como las últimas porciones de “su” sándwich de costillas se las llevaba la persona que estaba antes que ella. De forma alarmante, Mary Grace es exactamente así. Pero, ya que ella es inocente me veo obligado a calcular sus emociones usando medidas más caritativas, y al hacerlo descubro que es un entusiasmo salvaje por la vida lo que subyace en el fondo de todas estas pequeñas tragedias. Y a cambio de eso, voy a ver a mi esposa. Solía pensar que esos momentos de ella eran infantiles; ahora sé que son hermosamente parecidos a los de un niño. Hay una gran diferencia. Desearía volver el tiempo atrás y amarla tanto como lo hago ahora. Se lo merece.”