El nuevo integrante, ese pequeño bebé que tanto llora, tal como dices, puede que te haya quitado tu lugar como la más querida de la casa, pero, a la vez, te dio un lugar nuevo en el que a todos les gustaría estar: el del hermano mayor.

Aunque quizá al principio te haga sentir un tanto abandonada, verás que con el tiempo las cosas mejoran y nunca te sentirás tan única, pues serás un ejemplo para tus hermanos y eso te hará sentir más grande.

1. Tenía permiso para irme a la cama más tarde que mis hermanos.

2. Cuando viajábamos en auto el asiento de adelante siempre estaba reservado para mí.

3. Podía opinar y ayudar a elegir lo que yo quería.

4. Siempre era la primera en todo.

5. Podía pedirles favores sin que ellos me reclamaran (bueno, a veces sí).

6. Cuando obtenía buenas notas en la escuela era lo máximo. Me convertía en el ejemplo para mis hermanos.

7. Pude tener independencia económica antes que mis hermanos.

8. A veces tenía que cuidar a mi hermano pequeño y recibía recompensa por ello.

9. Los mejores obsequios eran para mí.

10. Tengo la dicha de tener hermanos pequeños que han aprendido de mí y que, a la vez, me han enseñado.