Estudios realizados demuestran que los niños que tienen mascotas en el hogar son más felices, sociables y sufren menos de estrés. La relación de los más pequeños con sus mascotas les facilita el trabajo de expresarse libremente.

El 80% de los padres encuestados afirmó que tener una mascota en sus hogares trajo bastantes beneficiosos a sus hijos, ya que se volvieron más sociables, alegres, activos y menos sedentarios, dejando de lado los videojuegos y dedicándose más a los deportes y actividades físicas con sus pares y sus mascotas.

Lo importante como padres es elegir la mascota adecuada para cada niño y apoyarlos en el proceso, involucrándonos en sus cuidados. Esta sola actividad nos permitirá acercarnos aún más a los niños y entenderlos de mejor manera.