Cómo han atestiguado numerosos estudios, la comunicación es la base de toda relación amorosa, y los fallos en ésta son la base de la mayoría de las rupturas. Si no podemos expresarnos libremente, o nos da miedo decirle lo que pensamos a nuestra pareja, la relación tiene sus días contados.

Si una discusión se enquista, cualquier asunto insignificante puede acabar adquiriendo unas dimensiones gigantescas y convertir a una pareja feliz en un fracaso.

En cualquier relación a largo plazo los conflictos son inevitables. La longevidad de un noviazgo, y la felicidad del mismo, depende en gran medida de la manera en que tratemos estos. Pero, ¿cuál es el tema de discusión más frecuente y dañino? Según un estudio, el dinero.

Tal como aseguran las profesoras de finanzas Sonya L. Britt y Sandra J. Huston, por sorprendente que pueda parecer, las discusiones financieras causan más conflictos matrimoniales que la infidelidad, los niños, las tareas del hogar o los problemas sexuales.

Su estudio, publicado en la revista Journal of Family and Economic Issues, recoge un análisis de las respuestas que casi 1.700 mujeres dieron sobre el tema en el Longitudinal Study of Youth, una enorme investigación que analizó la vida de éstas entre 1988 y 2006.

Las discusiones sobre finanzas parecen ser un importante motivo de divorcio, pero sólo aparecen como predictor de éste en las primeras fases de la relación.

En las relaciones marchitas, con el tiempo, las conversaciones sobre el dinero desaparecen, pues cada parte está más preocupada por sus propias finanzas y no malgastan tiempo en discutir sobre el asunto con su pareja.