¿Es mucho más sencillo excitar a un hombre que a una mujer? No del todo. Hay cosas que hacemos o decimos que pueden apasionarlos o hacerlos huir de nosotras, incluso en esos momentos sensuales.

Uñas largas: muchas piensan que son súper atractivas, pero en realidad a ellos no les gustan. Con uñas de bruja podemos lastimarlos y seguramente lo hagamos en esos momentos de pasión en los cuales el placer no nos deja pensar.

Mucho perfume: quieren que huelas bien, no que te bañes en perfume para que destroces su sentido del olfato. Con moderación las esencias serán tu gran aliado, pero si exageras probablemente tu pareja terminará por huir de ti.

Pies descuidados: a muchos hombres les excitan los pies de las mujeres. Imagina qué pasaría si tu amante los viera con las uñas largas, callos, resequedad puedes olvidarte de una segunda cita.

Falta de seguridad: están a punto de hacer el amor, y entonces tú sueltas alguna de las (temidas) frases: “pero no me quites la blusa”, o “apaga la luz”. Si él detecta que no te sientes cómoda con tu cuerpo, probablemente se sienta decepcionado.