Al parecer desde la creación de dicha red social, se hizo más complicado ser ajeno a la vida de los demás y cuando se trata de una expareja.

Tienes sus fotos, sus mensajes, sus comentarios, por lo cual en algún momento querrás entrar a su perfil para ver cómo le pintan las cosas.

Aunque muchos dicen que las relaciones por medio de internet suelen ser muy impersonales, que ya no son como antes, eso no quita que los sentimientos que tienes o tuviste por esa persona, estén presentes en todo momento.

Fue por todo esto, que algunas profesoras en la Universidad de Ohio y de Wittemberg realizaron algunos estudios a 150 hombres y cerca de 200 mujeres, con el afán de entender qué es lo que pasa por nuestras cabezas cuando rompemos con alguien y por qué seguimos con ese apego que nos hace querer saber de ellos.

Los resultados arrojaron que todo “este numerito” lo armamos por ansiedad de saber del otro tras estar en todo momento juntos, todo esto enmarcado en preocupación, complejo de inferioridad y mal interpretación de lo observado en el comportamiento de la gente en las redes sociales.

Hay cosas que hacemos y ni siquiera nos damos cuenta, como la clásica broma cuando estamos con los amigos que por “equivocación” entramos al perfil del otro, sin saber que esto en lugar de satisfacer nuestra necesidad de saber de nuestro ex, simplemente agrava la situación y seguro propiciará que lo sigamos haciendo.

Por último, un porcentaje muy bajo del total de estudiados, arrojó que no les causa ningún problema, ya que son personas seguras de sí mismas y sin complejos. Son aquellos que aceptan la ruptura con más madurez.