Pero para los padres de hijas que se enamoran por primera vez, podría ser de todo menos algo bueno, e incluso podría causar que el corazón de un padre explote de tristeza.

De repente la pequeña niña de papá que hasta hace un año quería jugar tenis contigo olvidó por completo tu existencia. Está demasiado ocupada mandando mensajes o alistándose para el chico que le gusta.

“En cierta forma los padres realmente se sienten rechazados, incluso despojados”, dice la neuropsiquiatra, la médico Louann Brizendine. “Casi se sienten como si los hubieran plantado en el altar. A menudo piensan, ‘¿qué hice mal? ¿cómo la recupero?’ Tenían esta relación realmente especial y cercana entre padre e hija, y de repente ellas toman la rampa de salida de la relación”.

Por supuesto, los padres hacen las típicas bromas sobre esta fase, sobre cómo estarán sentados en la entrada de la casa limpiando sus pistolas mientras el nuevo novio llega para recoger a su hija. También podrían decirle a sus amigos con un guiño y un codazo que prohibirán las citas hasta que su hija cumpla 35 años.

Luego está toda la situación de “los hombres saben cómo son los hombres”. Los padres saben cómo eran a esa edad: hambrientos de sexo, monstruos salivosos con acné que ven a las niñas como figuras con senos pegados.

Aunque Brizendine, autora de The Male Brain (El cerebro masculino) y The Female Brain (el cerebro femenino) no tiene miedo de recordarnos la dura verdad que rodea a nuestra biología, también está consciente de que todos estos sentimientos son sumamente desagradables.

Pero papá sigue aquí.

Pero tranquilos porque para una hija el hombre de su vida siempre será papá, porque los amores van y vienen pero el cariño del hombre que les dio la vida es para siempre y ellas lo saben.

Con información de CNN México