Cuando un chico malo nos ronda alrededor se encienden nuestras alarmas. No importa si estamos en un bar lleno de gente o en una reunión con un cliente, sólo con mirarlo una vez lo sabemos, lo intuimos: es un chico malo, salvaje, apasionado.

Y, aunque nos sometamos a un suicidio sentimental, caemos. Es más, lo buscamos. Esto no es algo que se pueda explicar fácilmente pero todas (si no todas, el 99% de las chicas) hemos estado enamoradas del “niño malo”.

Pero, ¿cuál es el verdadero motivo de que nos atraigan? Según la psicóloga Jean Twenge, coautora de The Narcissism Epidemic “las mujeres se enganchan a los chicos que no temen a ir contra la corriente, les resultan más hombres”.

Otra cuestión relativa a los ‘bad boys’ es que los vemos como un reto. ¿Y qué ocurre? Pues que para nosotras la palabra imposible no existe. Cuanto más inalcanzable es algo, más pasión ponemos en el empeño. Los retos nos hacen fuertes.