El proceso de evolución sentimiental en el ser humano, un camino programado y fácil de seguir, es en realidad un complejo aprendizaje.

Desde los primeros años de vida, ya nace el amor por las personas cercanas, originándose la dependencia. En la infancia el vínculo amoroso va dirigido hacia los progenitores y entorno familiar. El mundo del niño se reduce al ambiente familiar, las personas que conoce y rodean.

En la adolescencia ese vínculo se amplía al grupo de iguales, se busca la cercanía y el placer con los amigos. Al llegar a la juventud, se empieza a despertar la necesidad de compartir las experiencias con una pareja.

En la mayoría de las ocasiones, la necesidad de divertirse y estar con los amigos es tan poderosa como la necesidad de estar con la pareja, motivo en ocasiones de conflicto con uno mismo, ya que el individuo tiene que empezar a entrenarse en tomar decisiones y aprender a establecer prioridades.

¿Qué es el miedo?

El miedo es el resultado de un desajuste entre lo que tenemos que afrontar y los recursos con los que se dispone. Cuando la persona ignora sus propias capacidades, aparecen los miedos e inseguridades.

Claves para afrontar el miedo al compromiso:

1.-Hay que hacer frente a la situación conociendo y asumiendo qué sucede.

2.-La autoconfianza debemos valorarnos más uno mismo.

3.-Aprender a expresar los temores y las inseguridades.

4.-Conocer todos nuestros miedos para acabar con ellos.