Una vez que conoces a un chico, tienes 2 opciones, que él te vea como una amiga o como pareja. Pero si alcanzas mucha confianza, él te verá como una amiga, y una vez que la amistad sea íntima, pasarás irrevocablemente a la Friendzone, en el que pase lo que pase, él jamás te verá como algo más.

Siempre se habla que este estado es exclusivo de los hombres, que son ellos los que sucumben a las “garras” de una mujer, que son ellos los que sufren casi diariamente al ver a la mujer que les gusta con otro hombre y ellos se convierten en su paño de lágrimas, en su compañero inseparable.

Pero esta situación no es sólo vivida por los varones, las mujeres también caen en este, digamos, juego en el que son casi hermanas del chico que les gusta. Muchas veces, las féminas se hacen amigas incondicionales del hombre que les roba el sueño.

Pasan a ser sus mejores amigas, sus compañeras, sus confidentes, la persona en la que más confían, pero aunque pasen los años, ellos jamás las verán como algo más que una “hermana”.

Si quieres escapar de la teminda Friendzone, lo que tienes que hacer es ir directo al punto. Sin rodeos, porque puede que si no te atreves, cuando tengas el coraje de hablar de tus sentimientos ya sea demasiado tarde.

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