Se trata de los amigovios o también llamados amigos con derecho. A decir de especialistas, estos grupos se alejan de los paradigmas tradicionales y de la relación con compromisos.

Ser amigovios tampoco es sinónimo de tener relaciones sexuales sin compromiso, sino que puede ser simplemente una manifestación de afecto y compañía.

La mayoría de las relaciones de este tipo se dan entre grupos de adolescentes y jóvenes, principalmente en comunidades urbanas donde lentamente se han modificado algunos valores con la propia dinámica social.

Lo bueno:

-Permite la exploración de la sexualidad y sensualidad.

-Evita que los jóvenes tengan sentimiento de pertenencia sobre sus parejas y después puedan darse episodios de celos y violencia.

-Ser amigovio no implica forzosamente que deba existir contacto sexual o físico, por lo que permite a los involucrados ahondar en las relaciones y mejora los vínculos interpersonales, así como las aptitudes de convivencia.

-Para muchos jóvenes y adolescentes, puede representar una etapa de transición y les ayuda a discernir con qué, cómo y cuándo quieren comprometerse.

Lo malo:

-Aunque el objetivo es no formar un vínculo emocional, existe el riesgo de que una de las partes resulte afectada sentimentalmente. En cualquier relación de este tipo, se inmiscuyen en mayor o menor medida, los sentimientos.

-Al no existir una pareja formal, hay riesgo de enfermedades de transmisión sexual.

-Pueden ser víctimas de rechazo social (principalmente las mujeres), por los paradigmas de noviazgo y matrimonio, como relaciones formales.

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