Si cuando estás con tu pareja sientes que te limitas a la hora de hacer ciertas posturas, acá te damos la solución.

PESO

Los kilitos de más pueden acomplejarte, pero no te preocupes, aquí te damos unos consejos.

Dibujo mecánico: Si ambos amantes tienen sobrepeso, intenten lo siguiente: la mujer se recuesta plana sobre su espalda y abre sus muslos. El hombre se recuesta con sus caderas por debajo de los muslos arqueados. Así su zona abdominal tendrá espacio para respirar.

Posición simétrica: Para el hombre de peso normal y la mujer agradablemente voluptuosa, la mujer debe recostarse de costado y luego llevar su pierna superior hacia su pecho. El hombre debe deslizarse por detrás de ella y abórdala por detrás.

TALLA

Las diferencias de talla tienen el potencial de desafiar la astucia a la hora del sexo. Las mejores posiciones son:

Cucharita El hombre tiene que recostarse de costado por detrás de ella y penetrarla desde ahí. Esta posición es ideal para llenar de besos la espalda de la mujer.

Jinete invertido: Esta posición ofrece una penetración completa y profunda. La mujer debe montar mirando los pies del hombre. Las diferencias de talla quedarán fuera de juego.

El desprecio: Aquí va una posición que ubicará sus cuerpos en forma verticalmente opuesta, y cercana a la altura de los ojos. El hombre debe enderezarse o reclinarse ligeramente. Ella debe montarlo mientras la hace subir y bajar. Debe mecerla con dulzura y besarla con pasión.

FLEXIBILIDAD

No estamos hablando de movimientos propios de un contorsionista profesional, sino de aquellos al alcance de toda persona normal. Las mejores posiciones son:

Hombre en cuclillas: La mujer no debería experimentar problemas de flexibilidad, ya que se recuesta sobre la espalda de él y la arquea en forma de U. El hombre está de rodillas, con su espalda un poco inclinada, y aborda a la mujer, ubicando las piernas de ella lo más lejos posible de su pecho.
 Algunas mujeres podrán descansar sus rodillas sobre los hombros de su contraparte, dejando un ángulo de penetración muy preciso y profundo. Experimenten para ver cuán confortable lo encuentra ella.

Él manda: Si quieres sentirte dominada, haz que él te tome por detrás haciendo un giro inesperado. Que te ubique en el borde de la cama y tú te pones de rodillas. Él debe empujarte hacia bajo de modo que tu cara quede contra las sábanas y tu parte trasera se mantenga levantada. Él debe penetrarte lentamente y arrastrar tus brazos hacia atrás. Sujétate de sus muñecas o antebrazos, mientras él te sostiene con firmeza. Adquieran un ritmo veloz o, si prefieren, opten por la penetración de forma violenta.

Es importante que no sobrepasen el punto de comodidad del otro. Aunque haya posiciones que buscan un juego más apasionado deben procurar no violentar a la pareja. Si sientes disgusto díselo y pídele que sea más amoroso y suave. Recuerda que ambos deben disfrutar por igual.