Si eres de las que sale corriendo para taparse con las sábanas cuando te desnudas, ¡fuera complejos! Deja que te observe mientras estás desnuda, le resultará muy erótico.

Parece que en la cama hay que estar serio todo el rato, pero no es así. Si fomentas el buen humor y la risa antes de entrar en materia, no solo se lo pasará bien contigo desde el punto de vista sexual, sino que también disfrutará de ti porque le parecerás una chica divertida.

Antes de tocarlo, susúrrale al oído cositas con un tono muy suave y lo más sensual posible. Como no está acostumbrado a este tipo de lenguaje, sus expectativas subirán y su libido ¡también!

Dile todo lo que te gusta mientras lo hacen. Cuanto más natural seas, tus palabras estarán llenas de credibilidad. ¿Subirle el ego de vez en cuando no está mal no?

Bésalo despacio, empieza dándole piquitos y aumenta el ritmo según se vaya excitando. Baja por su cuello, investiga detrás de su oreja y listo, ahí tienes a un chico impaciente.

Empieza haciéndole unas inocentes caricias en el torso y sigue por encima o por debajo de su cintura. Esta zona es especialmente sensible a las “caricias” así que, ya sabes, poco a poco y delicadamente puedes llegar a ponerlo a mil.

Tócate los pechos mientras él este mirándote. Mientras te acercas empieza a acariciarte todo el cuerpo, las caderas y tus partes íntimas. Recuerda que los varones son muy visuales ¡Esto les encantará!