Joan Price, experta en sexo y autora de “Desnuda a nuestra edad”, defiende que nuestros abuelos son los mejores modelos para aprender acerca del amor y el sexo.

“Todas las generaciones creen que son los primeros en tener sexo, ¡cuando eso es obviamente falso! Pero darse cuenta de que el sexo continúa a lo largo de la vida y que, en muchos casos, incluso puede tornarse mejor con la edad, puede ayudarte a disfrutar de lo que tienes ahora”, dice Price.

Suena incómodo pero las revelaciones pueden valer la pena. Aquí encontrarás tres razones más de por qué conversar sobre sexo – o directamente llevar a la abuela a ver Cincuenta Sombras de Grey– puede ser genial para ambas:

1. Te da una percepción sobre lo que hace funcionar a tu familia

No estamos diciendo que deberías intercambiar detalles acerca de tus posiciones favoritas, pero inicia una cándida conversación preguntando cómo era el sexo en sus tiempos, o preguntando su opinión sobre un artículo que se ha hecho popular entre tus amigas. Podrías descubrir que tu abuela aboga ferozmente por la pasión, o que a tu madre le habría gustado salir más con otros antes de establecerse con tu padre. Escuchar sus percepciones sobre relaciones podría aportarte una nueva mirada sobre la tuya.

2. Te permite entender que la intimidad toma todas las formas

Quizás tus abuelos aún se dan un beso de buenos días cada mañana.

Observa de qué manera las generaciones mayores se van adaptando a los cambios de su cuerpo y de su estilo de vida es un poderoso recordatorio de que el sexo y el placer no sólo son para los jóvenes. “Mientras más mayor te haces, más confianza adquieres en lo que funciona para ti y en lo que necesitas para tener placer”, dice Price. Saber que tus abuelos mantienen la pasión como una prioridad es un recordatorio para hacer lo mismo en tu vida.

3. Es un recordatorio de que el sexo mejora con los años

Resiste el impulso de avergonzarte y en cambio ve esto como un recordatorio de que el sexo divertido, sensual y totalmente inolvidable es posible sin importar en qué década naciste. “El sexo cambia, pero puede ser más creativo e intenso a medida que te vas haciendo mayor porque sabes quién eres y qué te gusta”, explica Price.