El Hombre Rata ( 1900, 1912, 1924, 1936, 1948, 1960, 1972, 1984, 1996): Bajo un aspecto tímido y reservado esconde su verdadera personalidad. Que no te sorprenda si descubres todo un campo sensual en él. Ya desde muy jóvenes los nativos de este signo se caracterizan por su facilidad para excitarse y suelen ser precoces en sus relaciones sexuales, que en muchos casos acontecen con mujeres maduras. Puede ser algo cómodo y necesita confort para decidirse a realizar el acto sexual.

El hombre Buey (1901, 1913, 1925, 1937, 1949, 1961, 1973, 1985, 1997): Parece estar hecho para el amor. Su sexualidad es vigorosa y él la utiliza con mucha inteligencia. Sabe contener y prolongar su excitación. Cuando termine no lo agobies. Unas caricias, unos besos, incluso un paseo, serán suficientes como para reavivar las brasas de su pasión. Busca una mujer equilibrada, tranquila, cariñosa y que huela bien: adora los perfumes.

El hombre Tigre (1902, 1914, 1926, 1938, 1950, 1962, 1974, 1986, 1998): Es el más poderoso, y dulce al mismo tiempo. Suele poseer un buen órgano sexual y se siente el rey. No importa si su pareja no se lo dice, él sabe que es el mejor. Le gusta ser el que domine en la relación pero sin llegar a abusar de su superioridad.

El Hombre Conejo (1903, 1915, 1927, 1939, 1951, 1963, 1975, 1987, 1999): Goza de un buen apetito sexual. Su imaginación guía a su órgano sexual, que es de talla mediana, hacia la mujer que ama. Los nativos de este signo son los más empáticos y aman al llamado “sexo débil” (madre, esposa, hermana, hija, compañera, amiga, etc…). Es un soñador y su imaginación puede ayudarles a pasar temporadas sin relaciones sexuales.

El hombre Dragón (1904, 1916, 1928, 1940,1952, 1964, 1976, 1988, 2000): Ama la vida, el ruido, la acción, el sexo. Posee una gran facilidad para pasar de un extremo al otro en cuestión de minutos. Su vida privada está basada en el sexo principalmente.

El Hombre Serpiente (1905, 1917, 1929, 1941, 1953, 1965, 1977, 1989, 2001): No es una casualidad que posea un poderoso dardo con el que pueda matarnos sin que nos demos cuenta. Es el mejor espécimen de “sex-symbol” que se pueda encontrar. Sus reservas y recursos son enormes e interminables.

Fuente: Publimetro