El uso de tacones puede afectar de forma negativa a los orgasmos: según nos cuentan en el libro, los tacones muy altos hacen que los talones creen una contracción de la pelvis muy similar al que se produce en una mujer cuando tiene un orgasmo. Al parecer si se tiene un orgasmo con tacones, la musculatura inferior de la pelvis no puede contraerse lo suficiente durante el orgasmo por lo que la experiencia no acaba de ser completa.

La píldora disminuye la libido: este puede que sea el menos sorprendente ya que quizás muchas de nosotras experimentamos que con la toma de cualquier anticonceptivo podemos llegar a afectar nuestro libido. Pues bien, los autores del libro afirman que existen casos en los que, a pesar de que la mujer haya dejado de tomar los anticonceptivos, sigue teniendo problemas para quedarse en estado.

Las sillas facilitan el orgasmo: ciertas sillas, por su forma y posición, ejercen cierta presión sobre los nervios de la región llegándolos a activar. Esto provoca que la excitación y el orgasmo sean más fáciles y accesibles, por llamarlo de alguna manera.