A medida que crecemos nuestra perspectiva de las cosas cambia, y esto incluye la forma en la que vemos lo que realmente significa “el amor”.

Danielle Campoamor escribió para Elite Daily un artículo donde relata como su definición de amor cambió a medida que maduró.

“En el colegio pensaba que el amor tenía que ver con andar de la mano en los recreos y estar de acuerdo con besarse en la pista de baile de un gimnasio que, por lo general, olía mal.”

“Pensaba que tenía que ver con llamar a alguien sabiendo que quien contestaría sería un padre sobreprotector. Pensé que era prometer no jugar a la botella para no besar a nadie más.”

“Al crecer un poco, pensé que tenía que ver con prender un par de velas y perder la virginidad en el cuarto de los padres de tu novio. Pensé que se relacionaba con un ramo de rosas y una comida de 5 platos que incluía comida cuyo nombre nadie podía pronunciar correctamente.”

“En la universidad, pensaba que el amor no existía.”

“Pero hoy en día, con un hijo y una pareja y con una necesidad extrema de tener más horas en el día, me he dado cuenta de cómo es el amor realmente.”

“El amor verdadero significa hacerle una taza de café a tu amado a las 6 am mientras él o ella se preparan para levantarse. Es ponerle la cantidad justa de crema y azúcar antes de pasárselos y salir por la puerta.”

“Es querer ayudarlos a comenzar su día de cualquier forma que puedas. El amor verdadero tiene que ver con sacar la basura porque él o ella odian hacerlo o lavar los platos porque no soportan hacerlo. Al igual que tu pareja hará cosas por ti.”

“El amor verdadero es sentarse juntos en el sillón sin tener que decirse nada. Es estar tan cómodos con el otro que no exista la necesidad de llenar el espacio con palabras desesperadas y pensamientos vacíos.”

“Simplemente estar ahí es suficiente. Sentir su presencia y compartir momentos que parecen insignificantes con el otro es suficiente. El amor verdadero significa decir ‘te amo’ todos los días y que sea real.”

“Tiene que ver con intentar cocinar algo nuevo juntos. Es reírse de todos los intentos fallidos y decidir en conjunto qué partes de la receta van a seguir y que partes van a ignorar. Tiene que ver con disfrutar una copa de vino juntos mientras tu revuelves la comida y el va cortando cosas.”

“El amor verdadero es una tranquila mañana de domingo en pijama. No te asusta usar esa camiseta sucia y a él no le importa estar sólo en calzoncillos. Las máscaras no existen, así que pretender que comer alitas de pollo en tu ropa interior mientras ves el partido de tu equipo favorito con tu persona favorita al lado no es el cielo ya no es necesario.”

“El amor verdadero es sacarle eso que tiene en la nariz o acabar con ese molesto granito que tiene en la espalda. Tiene que ver con preguntarle si está mejor de su estreñimiento o si ya no tiene gases. El amor verdadero hace que las funciones corporales del otro no les parezcan repulsivas.”

“El amor de verdad es traerle su snack favorito del supermercado. Probablemente te salgas un poco de tu lista de supermercado cuidadosamente escrita para llevarle una barra de dulces o una botella de vino o esa comida que se hace en el microondas porque a tu media naranja le encantan y se merece comerlos de vez en cuando.”

“El amor verdadero es encontrar una nota pegada en el espejo del baño deseándote un buen día incluso si tu pareja sabe que estas cansado o cansada. Un par de oraciones pueden hacer que 3 horas de sueño se sientan como 7.”

“El amor real no lo venden en la florería y no está incluido en el menú de un restaurante. No se encuentra al final de la cuenta de la cena o en la etiqueta de un traje caro. El amor se encuentra en los pequeños momentos del día a día, donde se camufla y se disfraza de comodidad. El amor es lo que te queda cuando pasan los años y el tiempo cambia las cosas.”

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