1. Espiar en su computadora: La imaginación puede llegar a ámbitos insospechados, al igual que un medio tan amplio y eficaz como el virtual. Cuando aprecies su información personal puedes llegar a malinterpretar lo que veas, si en algunos casos encuentras que la persona que te interesa, realiza alguna insinuación poco creíble hacia alguien, puedes hasta imaginar que ha encontrado el amor de su vida. Piensa en primer lugar sobre lo que haces y toma conciencia por indagar en sus asuntos.

2. Controlar sus llamadas: Si eres de contestar antes que él sus llamadas, o al menos querer averiguar quién lo llamó, estar al punto de no solo convertirte en un agobio para tu pareja, sino en alguien que podría despachar pronto por tu constante presión.

3.Curiosear entre sus cosas: Mantente fuera de sus cosas personales, tiene derecho a contarte cosas de su vida pasada cuando las crea conveniente, al igual que él, puedes tener secretos que prefieres guardar en el pasado para no repetirlos.

4.* Fiscalizar sus movimientos*: Si no quieres llegar a la paranoia absoluta, debes de dejar de realizar todo tipo de investigaciones para conocer sus actividades. Algunas preguntan hasta a las personas más cercanas de la pareja sobre su vida rutinaria o su pasado, otras prefieren realizar todo tipo de preguntas capciosas al entorno cercano para recaudar datos. Pedirle explicaciones sobre todas sus salidas o preparar alguna trampa que esperas revele algún acto que no conocías, llevará a originar conflictos que no ayudarán a mejorar la relación.

5. Pensar siempre lo peor: Si la persona que quieres comete alguna falta que llega a dañarte, podría crear en ti incertidumbre, llevando a explayar tu mente hacia situaciones que parezcan mayores. Pensar que aquella persona realiza esos actos por maldad o manipulación no es la conclusión correcta si no analizas los casos. Los malos actos son comunes, es necesario aprender de los errores entre ambos, pensar siempre lo peor solo alterara la relación sumiéndose en la desconfianza.