Muchas veces adoptamos una actitud entusiasta hacia las cosas que esperamos con ansias. Ello es bueno tras una espera que se crea es merecida, pero a veces si darnos cuentas, hacemos de estas expectativas una ilusión que no pone al filo de la realidad. El exceso por imaginarse resultado solo positivos ante lo que esperamos de los demás, nos lleva en ocasiones sin darnos cuenta hacia las “falsas expectativas, las mismas que no se puede controlar, y tras ver resultados desfavorables, generan situaciones difíciles de superar para muchas personas. A nivel sentimental existe la creencia por alguna de las partes sobre falsas expectativas que se desaten en relaciones.

Es típico encontrar casos en los que algunos se ilusionan fácilmente con alguien por el solo hecho de tratarlos con amabilidad, confundiendo el carácter amical con una suerte de tórridos sentimientos, que no llegan a concretarse. Otros prefieren las salidas informales, ilusionados con que aquella persona les proponga algo serio, y al darse cuenta de su error, sucumben en medio de la depresión.

En medio de relaciones donde se desatan constantemente situaciones que incomodan a uno o ambos, prefiriendo vivir entre ilusiones, antes de poder arreglar la situación, por miedo o por dependencia hacia aquella persona, originando el maltrato psicológico por no ver la realidad. Enfrentarse a estas situaciones es decisión de cada quien para llevar una vida fuera de falsos ideales.