Según los investigadores de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, las personas que aceptaban el quiebre de la relación se adaptaban mejor a su nueva situación que aquellos que se mantenían sufriendo por lo perdido.

Sin embargo, otra parte del estudio, apunta a que aquellos que no se tomaron de buena forma la ruptura, no resultaban más felices al tener un quiebre “tranquilo” que al “mantenerse como amigos”.

Respecto a esto, el estudio comprobó que estas personas se sentían mejor al continuar manteniendo relaciones sexuales con la ex pareja.

“El contacto sexual con un amante parece estar asociado con un bienestar para aquellos que no han superado una relación“, explica Asley Mason, psicóloga clínica.

Ahora, sobre el por qué, ella explica que las acciones de estas personas, continúan coincidiendo con sus sentimientos. “Esta fijación psicológica que tienen con las ex parejas es un sentimiento similar al amor“ explica Mason.