Un estudio realizado en Estados Unidos revela las conclusiones contradictorias sobre aquella creencia de que: “para bien o para mal, en salud o enfermedad” la vida en pareja estable contribuye a reducir los malos hábitos y promueve tanto una dieta mejor como los controles médicos regulares, según señala el portal Aló Mujeres.

La investigación fue realizada a 122 personas en vida de pareja desde los 8 a 40 años. De ellas, 31 parejas heterosexuales eran convivientes o matrimonios, mientras que 30 eran homosexuales. En cada una se analizó aquellos hábitos que mantenías como fumar, beber alcohol, dietas, actividad del sueño y hábitos de ejercicios.

Según el informe los hábitos insalubres se promueven dentro de estas relaciones íntimas y de largo plazo debido a la mala influencia directa de un de los pares, mediante la sincronicidad de los hábitos de salud y por medio de la noción de responsabilidad personal. Tanto las parejas hetero y homosexuales, revelaron la mala influencia que puede surgir entre algunos hábitos, pero fue en las relaciones heterosexuales, que atribuían esas “malas influencias” al hombre.

Resolver que uno de los integrantes sirve de mal ejemplo al otro, indica que las personas tienden a adoptar hábitos de salud en la vida sentimental debido a que los hábitos insalubres de un individuo promueven los hábitos insalubres del otro. Desde tener una dieta poco saludable por adquirir lo mismo cuando compran o cocinan, o cuando ante un hábito insano, no mantienen intención de cambiar, convirtiéndose en parte del problema.