Descontrol, ira, persecución, celos, desconfianza… En una palabra: obsesión. A veces el amor deja de tener sentido y se convierte en una enfermedad. Cosmopolitan España sostiene que si tu relación ha pasado de ser algo bonito, lleno de respeto mutuo, a una persecución hacia tu pareja que no te deja vivir (ni a ti, ni a él) es hora de replantearse la situación. Sigue leyendo y analiza si sufres alguno de estos síntomas para poner remedio.

¿Estás obsesionada con tu relación de pareja?

Cada vez que te separas de él te vuelves loca y tu única preocupación es espiarle. Sólo te calmas cuando regresa a tu lado.

Cuando queda con sus amigos le sometes a un interrogatorio para saber cómo, cuándo, dónde y por qué.

Tu miedo a perderle es irracional y te lleva a tomar conductas agresivas que nada tienen que ver con el amor. Cuando actúas así te sientes mal contigo misma.

Esperas el momento preciso para robarle el móvil y comprobar todos sus mensajes y galería de imágenes. De hecho, lo haces bastante a menudo.

Él es tu única prioridad y no te interesan otros planes que no sea estar con él. Sientes que estás dejando a tu familia/amigos de lado y mantenerle contigo es tu único objetivo.

No te permites iniciar nuevas relaciones y estás abandonando tus hobbies. Si para colmo también te estás descuidando físicamente… tienes un serio problema.

Sientes odio, culpa, ira, pérdida de autoestima y desolación. Es el momento de parar esta enfermedad y acudir a un psicoanalista para que te ayude a superar esta etapa. Es importante la ayuda de los profesionales, si no tenderás a repetir los mismos patrones en todas tus relaciones.