Re-utilizar los condones. Los preservativos, ya sean femeninos o condones de hombre, están diseñados para ser utilizados solo una vez durante las relaciones sexuales, luego debe ser descartado; no es posible lavarlo pero tampoco es conveniente que se use el mismo por más de media hora, ya que la textura podría debilitarse y dejaría de ser un método seguro.

Utilizar alternativas caseras al condón. Para quienes han pensado en ahorrar dinero o crear un método de barrera de forma casera o de último momento recurriendo a plástico del tipo film, bolsas u otros similares, es mejor que abandonen la idea; no funcionan, no son opciones higiénicas ni seguras para prevenir embarazos o el contagio de enfermedades de trasmisión sexual.

Sexo oral o anal no conllevan riesgos para la salud. Este es un error bastante frecuente al tener sexo: muchas personas creen que si el sexo no es vaginal no hay peligro de contagio de enfermedades; sin embargo, estas prácticas encierran casi las mismas probabilidades.

Tener sexo en la bañera o una ducha vaginal evita contagios. Otra equivocación es creer que cuando se tiene sexo de pie, en una bañera o si luego de hacerlo sin protección te das una ducha vaginal estás protegido ante posibles enfermedades sexuales; la única forma de que así sea es mediante el uso del preservativo.

Consumir alcohol antes de tener sexo. Grave error por varios motivos: si bebes demasiado puedes perder el control de tus acciones y dejar de tener noción respecto a lo que te conviene hacer o sobre lo que es bueno o malo para ti. El alcohol, como las drogas, puede llevarte a sentir una excesiva confianza en que nada te sucederá y de esta forma podrías practicar sexo riesgoso para tu salud e incluso con personas con las que en estado de sobriedad nunca intimarías.