“Frente al comportamiento más independiente y poderoso de ellas, muchos no supieron reacomodarse y así perdieron espacios e iniciativa. A veces, cuando los hombres no saben cómo reaccionar, huyen”, asegura el psiquiatra Carlos Alhadeff.

Cuando los hombres no escapan, intentan, con más o menos éxito, asumir nuevos roles dentro del universo que les tocó. Algunos subliman sus ansiedades con gadgets electrónicos, otros no se deciden a madurar, unos cuantos son soberbios y demandantes, mientras que ciertos tipos se cierran como una caja fuerte.

Los especialistas trazaron los perfiles de los cuatro prototipos de hombres más problemáticos y nos explicaron qué puedes esperar de cada uno y cómo manejarlos.

El caprichoso

-Características: No importa que tu candidato tenga seis hermanos: siempre fue el mimado de sus padres, quienes todo el tiempo elogiaban sus cualidades y repetían que él era “una persona especial”. Lo peor es que el tipo terminó creyéndolo y hoy tiene una percepción irreal de sí mismo.

Estos varones se portan como si fueran criaturas: quieren (más bien, exigen) que sus deseos sean cumplidos de inmediato. Tienen una autoestima exagerada y se sienten los reyes del mundo. No te hagas muchas ilusiones con este chico, porque su máxima prioridad es él (y sus pretensiones, por supuesto).

Si en algún momento te cansas de lidiar con su ego, replanteate la relación: no cometas el error de pretender cambiar su personalidad, porque lo más probable es que no lo logres y termines muy frustrada.

El indescifrable

-Características: Es romántico y divertido, pero cada tanto se ensimisma y no hay forma de romper esa caparazón. Por más que pruebas todas las claves que tienes a mano, el tipo no se abre, y te sentís que estás al lado de un extraño.

Cuando te cansas de sus ambigüedades y lo pones contra la espada y la pared, él te dice alguna frase del estilo “nunca te prometí nada”. ¿Lo peor? Tiene razón.

El inconsistente

-Características: Mientras nosotras invertimos nuestros días en ganar espacios usualmente dominados por varones, algunos de ellos tuvieron una reacción adversa: retrocedieron, perdieron la iniciativa y se volvieron bastante apáticos. No les gusta arriesgar un punto de vista. Esta clase de ejemplares no sabe qué plan proponer para el fin de semana o para las vacaciones.

Él es sensible y está necesitado de dar y de recibir afecto, lo que es genial. Lo malo es que es tan inseguro, que muchas veces fantaseas con sacudirlo hasta que suelte una idea propia. Como tiene una autoestima baja, cree que quizá lo dejes por alguien mejor, y vive en estado de angustia y de duda.

El adoltescente

-Características: Aunque no es fóbico (quiere casarse alguna vez en su vida), no tiene el más mínimo apuro por irse de la casa de sus padres. Le cuesta asumir grandes responsabilidades y solo piensa en jugar a la Play con los amigos.

Él prefiere cantidad a calidad, se enamora y se desenamora en cinco minutos, y despacha “novias” como si fueran hamburguesas de un local de fast food.

Puede ser sexy y simpático, pero convengamos que no puede decidir nada importante. La relación con uno de estos ejemplares funciona si tu objetivo es solo divertirte.

Fuente: Cosmopolitan