Los clichés dictan que en las relaciones el género masculino es una creatura perpetuamente hambrienta de sexo, mientras la mujer suele ser quien antepone pretextos relacionados con “el mood”, jaquecas, cansancio o menstruación para no tener sexo. Pero según algunas fuentes femeninas la tendencia podría estarse revirtiendo.

Bajo el pseudónimo de Siobahn Rosen, una bloguera activa la alerta sexual al denunciar que es un fenómeno cada vez más extendido que los hombres no cumplan las expectativas sexuales de sus parejas femeninas con respecto al sexo.

La velocidad de la vida moderna, la necesidad de levantarse temprano para internarse en el calvario del transporte público o el tráfico vehicular, o incluso los tabúes y mitos aún predominantes respecto a la funcionalidad sexual de los varones abren cada vez más la brecha entre las parejas durante las horas nocturnas.

Según Rosen, en una pequeña encuesta con su grupo de amigas en la misma situación, los problemas se presentan cuando las relaciones sexuales con sus parejas masculinas se presentan menos de una vez a la semana. Y es que según ella los hombres no consideran la perspectiva de amplio espectro: “¿Acostarse cuatro o cinco veces a la semana? Eso estaría bien.” El punto es: “Trata de decir ‘sí’ más a menudo.”

No desear tener relaciones sexuales no vuelve a un hombre impotente, ni a una mujer frígida: son decisiones contingentes que los seres humanos tomamos subjetivamente con respecto a nuestro cuerpo y en la negociación con el cuerpo del otro.

Sin embargo, hombres y mujeres debemos considerar a nuestras parejas la próxima vez que tal-vez-no-se-nos-antoje-tanto, y que un poco de esfuerzo invertido en el placer del otro podría producir la misma consideración para nosotros en el futuro.

Fuente: PijamaSurf