Revelamos 8 mandamientos que ayudarán a una mejor performance en la práctica del placer según el el sitio web Sermujer.pe.

Inseguridad: Las mujeres podemos mantener diversos tipos de complejos, pero ello no debe convertirse en un idilio. Nada tan poco candente cuando se dicen cosas como: “¡No mires mi celulitis! O… ya se que mi pecho es pequeño, menos mal que existe el Wonderbra… “. Tu chico no está ahí en esos momentos para decirte que no te preocupes sino para compartir contigo un momento de placer. Ponte en su lugar, ¿cómo reaccionarías ante un hombre que estuviese desvalorizándose o quejándose todo el tiempo de sus defectos?

Aprenderás a excitarle: El hecho es aumentar los momentos de deseo, una técnica que puede estar al alcande de cualquier chica. Desde un atuendo provocativo, un juego de miradas seductor, entre otras cosas. Todo empieza cuando el gesto más mínimo es una promesa de placer intenso.

Dejarás que te mire: Los hombres no puede dejar de contemplar y su fuente de deseo será la mirada. Concédele el placer de mirarte.

Conocerás sus zonas erógenas: En el mismo caso de la mujer, el hombre no solo se limita a su sexo y posee varias zonas erógenas (puntos anatómicos que una vez estimulados, provocan una excitación sexual).

Explorarás su punto H: Su apelación divide a los especialistas, es la diferencia del famoso punto G femenino, localizado cerca de la uretra y de la próstata.

Expresarás tus deseos: El objetivo es expresar los deseos y el placer. Una estimulación que anime a tu pareja y que llevara también a tu propio encuentro en esta etapa.

Harás que se sienta en confianza: A diferencia de la imagen que proyecten en algunos casos, todos los hombres mantienen inquietudes sobre sus habilidades en la cama y pueden quedarse bloqueados ante una experta sexual. La confienza debe primar para no caer en temores.

Tomarás iniciativas: A veces son ellos los que se quejan de que tienen que dar siempre el primer paso. A veces dentro del ámbito sexual prefieren que sean ellas las que inicien el momento. Así que no lo dudes y hazle entender que nace de ti el momento íntimo. A veces una mirada y una sonrisa cómplice es suficiente para pasar el mensaje.