Esta misma prueba la realizó con anterioridad un joven con varias mujeres, recibiendo solo respuestas negativas y hasta golpes o insultos ante la atrevida pregunta.

Andrea, en cambio, de los 14 muchachos a los que les pregunto si querían tener sexo con ella, siete le dijeron que sí.

Muchos se mostraban sorprendidos e intuían que se trataba de una broma, pero aún así la respuesta era positiva y Andrea no tenía que esforzase mucho para convencer a sus “víctimas”.