“Mark era como salido de un sueño. Amable, cariñoso, atento. Lo suficiente para hacer que todas mis amigas sintieran celos. Pero hoy pasó algo horrible, algo que no le desearía ni a mi peor enemigo. Descubrí algo sobre Mark que cambiará para siempre mi opinión sobre él. Mi capacidad de confiar en los hombres ha quedado destruida por siempre.”
“Un poco después de la cena, mi mejor amiga Jessica me llamó para decir que tenía información sobre Mark que debía compartir conmigo. Le rogué que me dijera por teléfono, pero me insistió que tenía que ser en persona. Así que nos reunimos una hora más tarde en el Café Jitterbug, nuestro lugar favorito para tomar capuchinos y escuchar música de guitarras acústicas los viernes por la noche. Sin embargo, esta noche el sonido de las guitarras se vería reemplazada por el sonido de lágrimas y pañuelos siendo removidos de sus paquetes.”
“Fue ahí mismo en el Café que Jessica me dio las malas noticias: Mark es realmente un par de viejas salchichas dentro de un pequeño chaleco de mohair.”
“Al principio no podía creer las palabras estaba escuchando cuando salían de su boca. Había oído que a otras chicas les había pasado esto, pero nunca pensé que podía pasarme a mí. Mientras más lo pensaba, me di cuenta de que todas las señales estaban ahí. Su olor ocasional a viejas salchichas, su negativa a hablar y su incapacidad de caminar por si solo a lo largo de la habitación.”
“Le pedí a Jessica que me explicará como descubrió la verdad sobre Mark. Me dijo que todo comenzó cuando observó una conversación de mensajes de texto entre Mark y yo. Se percató de que Mark no respondía a nada de lo que yo decía. Y eso debido a que es un par de viejas salchichas, y las salchichas no pueden hablar. No siente, no hablar, no transmite.”
“Esta es una realidad que las jóvenes de todas partes deben enfrentar hoy. En algún lugar, alguien está tejiendo pequeños, muy pequeños chalecos y llenándolos con viejas y apestosas salchichas, y luego poniéndolas a circular como si fueran personas reales. A menudo pasan desapercibidas. Es posible que te hayas sentado frente a una en un autobús repleto sin darte cuenta. Pero hay otras veces en que son el objeto de atención de chicas jóvenes y vulnerables cuyo único error es el buscar amor en un mundo que es tan, tan frío.”
“Realmente pensé que iba a casarme con Mark, que él sería “el indicado”. Mis amigos se llevaban bien con él, tenía la aprobación de mi familia. Nunca pensé que él podría hacerme esto: revelar que, de hecho, era solo un par de viejas salchichas de Frankfurt anidadas dentro de un chaleco diminuto.”
“Si aprendí algo de toda esta terrible experiencia es que no todos terminan siendo la persona que crees que son.”
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