La imagen que uno presenta al mundo está determinada por las acciones, los comentarios, las actitudes, el comportamiento y también la apariencia. Estas cosas se perciben dentro de los primeros segundos del encuentro con una persona.

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Estas cosas pueden ser simples, pero tienen un gran impacto. Sus efectos son duraderos. La gente recordará las pequeñas cosas que haces y esas son las que pueden hacer la diferencia que estás buscando.

1. Se puntual.

Si llegas tarde a un evento, le estas dando a alguien la oportunidad de que te juzgue sin siquiera haber estado presente. Si te comprometes a estar en un lugar a una cierta hora, entonces llega a tiempo. Esperar a una persona cuando ésta ya debería haber llegado es a la vez frustrante y molesto.

2. No rompas tus promesas.

Hay muchas personas por ahí que pasan su vida haciendo promesas que saben que no pueden cumplir. Prometen algo porque esto hace que la otra persona se sienta bien en ese momento. El problema está al final del camino, cuando finalmente tus promesas no son cumplidas y el bienestar de la otra persona se convierte en desencanto, frustración e incluso en enojo. Si no puedes mantener una promesa, no la hagas. Pero si la haces, haz todo lo posible para tratar de cumplirla.

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3. Respeta a los demás.

Este respeto incluye a tus mayores, menores, compañeros de trabajo, miembros de tu familia, etc. Esto puede ser bastante complicado de hacer cuando uno está rodeado de personas que tienen diferentes opiniones a la de uno, o que actúan en formas que uno no aprueba. Pero igualmente puedes ser civilizado. Si buscas atributos que tu respetes en esas personas, seguramente los hallarás.

4. Di “por favor” y “gracias” frecuentemente.

Son palabras pequeñas, pero tiene un gran significado. Expresar tu gratitud a la gente, aún por los actos de generosidad más pequeños, muestra que ves el bien en la gente; demuestra que prestas atención a las cosas que la gente a tu alrededor está haciendo y diciendo.

5. Sonríe con frecuencia.

Las sonrisas son contagiosas. Si un extraño pasa junto a ti en la tienda y te sonríe, la respuesta natural es sonreírle también. Ver a alguien reír, puede permitir a otros recordar que hay cosas para estar agradecido, de que la vida es divertida y excitante.

6. No estés aferrado constantemente a tu teléfono.

Cuando estés con alguien, está en todos los aspectos. Los teléfonos son fascinantes piezas de tecnología, pero también son una distracción. Utiliza tu teléfono en los momentos apropiados. No necesitas estar aferrado a él durante cada segundo de tu día.

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7. Habla claramente y haz contacto visual.

Deja ver a la persona con la que estás hablando que estás realmente involucrado en la conversación y que estás interesado en lo que están hablando. No murmures, ni mires a tu alrededor. Mantente focalizado en la persona.

8. Utiliza el humor.

El sentido del humor puede aligerar el ambiente y relajar a las personas en caso de haberse generado una situación tensa. Asegúrate de utilizarlo en los momentos apropiados.

9. Escucha a otras personas.

Cuando alguien está hablándote, escucha lo que te están diciendo. No estés pensando una respuesta mientras hablan.

10. Hazte cargo de tus errores.

Cuando cometes un error, admítelo, hazte cargo y haz lo posible para enmendarlo y seguir.

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