Días atrás nos reunimos con las chicas de siempre para ir juntas a la peluquería y soportarnos entre todas durante las eternas sesiones de alisado brasilero a manos de Sixto, nuestro peluquero, quien nos engríe cuando vamos en grupo pues no acepta otras citas y reduce nuestra ansiedad con algunas copitas de champaña o cualquier otra bebida que tenga en el bar del salón.

Rafa estaba leyendo una revista cuando pidió silencio para luego leer en voz ceremoniosa el titular: ”Los Récord Guiness Sexuales”. Angie, Giovana y yo pedimos al unísono más datos y curiosidades pero Rafaela hizo caso omiso y continúo con su lectura, cabe decir que con exagerada concentración. En la silla vecina Angie experimentaba la angustia de estar quieta por más de una hora, no soportó más su curiosidad e interrumpió a Rafa para preguntarle cuál era su récord sexual en una noche.

Luego de un silencio sostenido, Rafa contestó con voz seca acompañando con el gesto de su mano. Angie replicó con decepción, para recibir una respuesta inesperada.

Sí, solo dos en una noche. Dos personas diferentes y de diferentes sexos también chica- dijo Rafa para dejar muda la curiosidad de Angie. Nosotras soltamos la carcajada al ver la impresión en el rostro de la preguntona, quien no sabía si era broma o verdad la confesión de Rafa. Nosotras que conocemos bien a Rafaela sabemos que es verdad, pues desde hace algunas semanas está saliendo con la sicología de Ivy; lo que no sabíamos es que se había reconciliado con los hombres.

Para romper con la tensión, Rafa nos enseñó la foto de una mujer quien había establecido el récord de la vagina más fuerte del mundo al levantar con su “tesorito” 14 kilos. Una profesora rusa les enseña a las mujeres a controlar su vida sexual a través de gimnasia vaginal. Tatiana Kozhevnikova primero introduce en una bola de madera en su vagina y luego engancha en una soga el peso y va sujetando con los músculos vaginales hasta llegar a los 14 kilos.

Nos quedamos impresionadas con el poder de esa vagina, inmediatamente viramos el tema hacia la broma e intentamos recordar “alguna bola tan pesada” en nuestro haber para compararnos con la Kozhevnikova , pero fue insuperable su récord al menos para nosotras.

Nuestra algarabía continúo con otros records establecidos como por ejemplo el mayor tiempo de duración de una masturbación varonil fue de más de nueve horas consecutivas o aquella mujer que ingirió un litro de líquido seminal. Luego de escuchar lo de Michael Morgan quien en 1991 logró ingerir mil mililitros de semen no pudimos evitar echarle broma a Angie y sus problemas con los sabores del amor, pues aunque ha intentado encontrarle el gusto no tolera la consistencia viscosa y la amargura del sabor seminal.

Otra constante en los récords de los grandes jactanciosos(as) es el de la capacidad orgásmica, dice Giovana para luego ser interrumpida por la cantidad insuperable de 138 clímax femeninos en una hora versus los escasos 16 orgasmos masculinos en el mismo tiempo de duración establecido.

Quién puede tener 138 orgasmos en una hora y seguir viva, comenté incrédula mientras me interrogaban sobre cantidad y capacidad del placer, la cual humildemente no disminuye de dos ni excede los cinco en mi máxima expresión. Giovanita no supera los dos orgasmos, Angie no superar los cuatro y Rafaela asegura haber llegado a diez orgasmos y no a manos de un (a) amante sino con su “amigo secreto” y algo de porno. Luego de pavonearse frente a nosotras con su decena del placer, prosiguió con otra categoría de las marcas mundiales como la mayor cantidad de relaciones sexuales en su vida. Un hombre quien registró 52 mil copulas en 30 años, con un promedio de 4.56 al día.

Cuatro “viajecitos” por día, cantidad nada despreciable. Me caerían bien a mi- dijo Angie quien anda sin actividad en la zona sur, pues su novio volvió a Colombia y mi amiga esta esperando su regreso y cumpliendo su promesa de fidelidad, aunque añora las noches de placentera compañía.

Otra marca insuperable es la de tener 919 personas en una misma noche, la actriz porno Lisa Sparx en el 2004 batió todos los records establecidos. Casi mil hombres, con descanso de apenas 58 segundos en cada relación. Rafaela no pudo evitar añadir que de esas casi mil relaciones apenas una la habrá llevado al orgasmo a la trajinada Lisa ya que eso debe haber sido más dolor que placer.

Los varones humildemente ostentan apenas 55 encuentros sexuales en un día, una cantidad bastante ínfima comparada con los 919 de Lisa, es que para las mujeres es mucho más sencillo ya que ellos deben mantener una correcta erección. Lo que nunca se estableció en esta marca si es que Jon Dough utilizó alguna ayuda para aumentar su potencia sexual o en verdad es un semental colmado de testosterona.

“¡Oh Dios!, miren esto por favor chicas. 35 cm de pura carne” dijo Rafa y todas corrimos hasta su silla, incluyendo al peluquero y su asistente, nos acercamos para curiosear tamaña vulgaridad. Imposible no impresionarnos con el actor (no porno) Jonah Falcon de 34 años y su generoso pene de 35cm. Parece un salame, una botella de agua, un brazo de bebe con una manzana en la mano y cuanta ocurrencia surgió de la exuberancia viril de Falcon.

Las risas fueron estruendosas y las bromas continuaron, se me ocurrió preguntar si no había records mínimos como el hombre con la eyaculación más veloz de la historia o el pene más pequeño del mundo. Lamentablemente no había registros de marcas mínimas pero creo conocer a algún varón con la velocidad de la luz para llegar al clímax.

Lo curioso de los récords sexuales es que algunos (as) andan en la búsqueda constante de impresionar con sus habilidades, dotes y talentos sexuales. Buscando validar su sexualidad con presumir órganos sexuales grandes y potentes, horas de sexo –poco placentero-, varias personas en una misma noche y cuanta extravagancia se les ocurra para demostrar su poderío reproductivo. Sin embargo el sexo se siente, se vive y se disfruta sin ninguna presión de por medio. Es espontaneo, natural y maravilloso

Por: Mónica Cabrejos.