El cuidado de tu cabellera va desde cómo lo lavas hasta cómo lo peinas. Hay veces que dentro de tu rutina dejas pasar pequeños detallitos que son los que están maltratando tu cuero cabelludo.

Ligas de plástico. Cuando no encuentras ligas y quieres recogerte tu cabello, tu última opción es aquella liga vieja tipo de oficina que lo único que ocasiona es hacer que tu cabello se enrede mientras lo tengas amarrado, incluso cuando te la quitas sientes que te jala y junto con ella se viene un mechón de tu cabello.

Agua caliente. Es cero recomendable, pues reseca tu cabello, lo hace ver opaco y sin brillo y provoca ¡las horribles puntas abiertas!

Cepillar más de dos veces al día. Hacerlo de manera excesiva por creer que va a crecer más rápido o lucirá mejor ¡es un error! Lo único que estás haciendo es debilitarlo y hacerlo más vulnerable al quiebre.

Exceso de productos. Comprarte un súper kit de reparación y aparte shampoo, acondicionador, ampolletas y miles de cosas sólo concentran muchos ingredientes en tu cabello que harán que parezca sucio y sin vida.

Perfume. Una vez ya lista, debes perfumarte ¡pero no el cabello! Las sustancias que contiene dañan tu cabello además del cuero cabelludo, provocando irritación y, después, la terrible caspa.

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