Sin embargo, puedes lograr combatirlas con ejercicios muy fáciles realizables en cualquier lugar e incluso si no tienes demasiado tiempo.

Antes que tu mal humor y estrés te hagan asesinar a tu compañero de trabajo, aquí te mostramos como puedes relajarte y tener un buen día en cuestión de segundos.

Camina. Estás todo el día sentada haciendo tus labores, es normal que en algún momento el estrés de la rutina te agobien. Levántate un momento, camina durante unos minutos porque al hacerlo podrás relajarte y estirar las piernas.

Respira. Para relajarte, puedes llevar a cabo una serie de respiraciones profundas y lentas desde la zona del estómago. Luego, puedes practicar una respiración alternada. Primero, tapas tu narina derecha con el pulgar e inspiras por allí. Luego, tapas tu narina izquierda con el dedo índice y exhalas con la narina derecha. Repite varias veces con cada lado.

Come un postre. El doctor Drew Ramsey, profesor de la Universidad de Columbia, afirmó que el estrés es un fenómeno mediado entre el cerebro y el sistema inmunológico, y el estómago es el órgano más grande de este sistema, así que debes cuidar de él para no estresarte. Cuando estés nervioso, elige un tentempié y llévatelo a un lugar tranquilo. Una vez allí, cómelo de manera meditativa, siendo consciente de su sabor, cada sonido que hace en tu boca y el resto de sensaciones que te genera.

Apártate de tu computadora. Según un estudio de la Universidad de Gothenburg, el uso ininterrumpido de la computadora está asociado a la pérdida de sueño, estrés y depresión en las mujeres. Intenta tomar descansos durante tu jornada laboral, si es que utilizas una computadora para trabajar, y procura no usarla al menos una hora antes de irte a dormir.

Busca a la naturaleza. La luz solar es de gran ayuda para aquellos que sufren depresión y hace maravillas con aquellas personas que están estresadas. Cuando estés nerviosa y es un día soleado, sal a la calle y disfruta un poco del sol. Si no puedes salir de donde estás, prueba con mirar por la ventana y concentrarte en algún pájaro o árbol que veas por allí.

Escucha música. La música tiene un efecto tranquilizador sobre las personas, por eso, muchos la eligen para antes de irse a dormir. Sin embargo, si lo que buscas es desestresarte, simplemente debes escuchar, tararear o cantar tu canción favorita.

Moja con agua fría tus muñecas. Deja el perfume de lado y opta por el agua. Cuando estés estresada, ve al baño más cercano y moja la parte de atrás de tus muñecas y detrás de los lóbulos de tus orejas. Por debajo de la piel de esas zonas pasan arterias y, al mojarlas, tendrás una sensación de frescura que te ayudará a calmarte.

¡Ríe!. Si deseas sacarte el estrés de encima, ríete bien fuerte. La risa promueve la generación de endorfinas, una sustancia segregada por el cerebro que permite la sensación de satisfacción. Recuerda una anécdota simpática o visita alguna página de Internet graciosa: así podrás mantener una seguidilla de carcajadas saludables.