Ante los constantes cambios del mundo empresarial es necesario adaptarse a los hechos sin caer en la locura, por ello la psicoterapeuta Amy Morin da una lista de las cosas que una persona de mentalidad férrea evita.

No pierden tiempo auto compadeciéndose.

Las personas mentalmente fuertes no malgastan sus energías en lamentarse sobre sus circunstancias o por cómo otras personas se han portado con ellos. En cambio, asumen la responsabilidad por sus propios actos y entienden que la vida no siempre es fácil o justa.

No renuncian a su poder.

No permiten que otros les controlen, ni se someten a la voluntad de nadie. No dicen cosas como “mi jefe me hace sentir mal”, porque entienden que controlan sus propias emociones y pueden elegir cómo reaccionar a una situación.

No malgastan energía en cosas que no pueden controlar.

Nunca oirás a una persona mentalmente fuerte quejandose sobre maletas perdidas en el aeropuerto o atascos en el centro de la ciudad: se centran en los aspectos de su vida que pueden controlar. Reconocen que, a veces, lo único que pueden controlar es su propia actitud.

No se estancan en el pasado.

Las personas mentalmente fuertes no pierden tiempo sintiendo nostalgia del pasado ni deseando que las cosas pudieran ser diferentes. Asumen su pasado y pueden decir lo que han aprendido de él, sin embargo no están reviviendo constantemente sus malas experiencias o fantaseando sobre sus días de gloria. Centran su vida en el presente y hacen planes para el futuro.

No abandonan tras un revés.

No ven el fracaso como un motivo para abandonar. Utilizan el fracaso como una oportunidad para crecer y mejorar. Tienen voluntad para seguir intentándolo hasta que lo consiguen.

No esperan resultados inmediatos.

Cuando se esfuerzan para ponerse en forma o levantar un nuevo negocio, las personas con fortaleza mental no esperan resultados inmediatos. Aplican sus habilidades y tiempo al máximo y entienden que los cambios reales llevan tiempo.