Muchas de nosotras soñamos con algún día encontrar ese “príncipe azul”:https://peru.com/mujeres/estoy-de-novia/carta-mis-padres-que-no-asistieron-mi-boda-noticia-320969 que a final de cuenta descubrimos que no existe. Así como nosotras, algunos hombres también están en busca de su alma gemela.

Matt Walsh escribió para sitio web The blaze un escrito sobre lo que significó no casarse con su alma gemela, pero cómo su esposa llegó a serlo. Aquí te compartimos un fragmento.

”Solemos pensar que nuestra tarea es encontrar a tal sujeto que tenemos destinado y casarnos con este porque, después de todo, esa persona es “La Elegida”. Está destinada para nosotros y para nadie más que nosotros. Así está escrito en las estrellas, prescrito por el cosmos y así lo comanda Dios o la Pachamama. Existen seis o siete mil millones de personas, pero solo una de ellas es la adecuada, así lo creemos y vamos a quedarnos solteros hasta que un día nos tropecemos con ese magnífico unicornio.”

”Y, cuando eso ocurra, cuando La Elegida, cuando nuestra alma gemela, cuando nuestra media naranja, cuando nuestro gemelo de espíritu, cuando ese ser entre volando a nuestras vidas para levantarnos los pies del suelo, sacarnos a pasear en bote y recitarnos apasionados monólogos románticos en la playa bajo la lluvia, o en una estación de bus, o donde quiera que sea, entonces seremos por fin felices. Hasta el fin de los tiempos. Podemos casarnos y ser la unión perfecta, como un matrimonio de foto de Facebook, y que cada día sea como un Instragam de tú y tu cónyuge en calcetines cómodos, sentados al lado de la chimenea tomando lattes de Starbucks.”

”Sí. Acerca de eso. Tengo que decirte que lo siento, que es todo una basura. No solo una basura tonta y frívola, sino que es el tipo de basura que te va a destruir y a comerse vivo tu matrimonio, desde adentro. Es una mentira. Una mentira sanguinaria y cínica que solo conduce a la decepción y confusión. El Matrimonio del Destino es una farsa, pero las buenas noticias es que el Matrimonio Real es algo mucho más lleno de amor, gozoso y cierto.”

”Como lo verán, lo entendimos al revés. Yo no me casé con mi esposa porque ella era La Elegida, es La Elegida porque me casé con ella. Hasta que nos casamos, ella era una persona, yo era otra y ambos éramos uno entre muchos. No me casé con La única, me casé con una persona normal y juntos los dos nos convertimos en uno. No me casé con ella porque estaba “destinado para ella”, nos casamos porque esa fue mi elección, como también lo fue la suya y tal elección fue el sacramento del matrimonio. Me casé porque la amo, porque yo elegí amarla y porque escojo vivir el resto de mi vida en servicio a ella. No seguimos un guión, sino que decidimos escribir uno nosotros mismos y es una historia que contiene más amor y felicidad que cualquiera de las fabulas románticas conjuradas por Hollywood.”

”Es así, el matrimonio es una decisión, no el resultado inevitable de fuerzas invisibles que escapan de nuestro control. Cuando nos casamos, el cura nos preguntó su estábamos aquí “por nuestra propia voluntad”. Si hubiese respondido algo como, ”bueno, no realmente, verá, el destino nos juntó”, mi respuesta hubiese llevado a la velada a un final abrupto y desagradable. El matrimonio tiene que ser una decisión libre o no es un matrimonio. Realmente, es una cosa hermosa.”

”Dios nos dio libre albedrío. Es su regalo más grande para nosotros, porque, sin ello, nada es posible. El amor no es posible sin el albedrío. Si no tenemos la capacidad de escoger amar, entonces simplemente no podemos hacerlo. Dios no nos programó como robots para ser compatibles solo con una otra máquina. Él nos creó como individuos y nos dotó con un increíble poder sin precedentes, nos concedió el poder de la elección. Con esa elección podemos salir a buscar un compañero y hacer de esa persona nuestra alma gemela.”

”Eso es lo que hacemos. Convertimos a nuestro cónyuge en nuestra alma gemela al casarnos con ellos. No declaramos simplemente que ellos son nuestra alma gemela y luego de manera un poco simbólica consagramos esa declaración mediante lo que en tal caso sería un sacramento de matrimonio falto de sentido. En lugar de ello, encontramos a otra persona única, dinámica y completamente individualizada y tomamos la gigantesca y casi sobrenatural decisión de unirnos a ella por el resto de la eternidad.”

”Es un paso valiente y temerario, sin importar de donde lo mires. Es importante darte cuenta de esto, no para que salgas corriendo como un cachorrito aterrorizado y nunca des el sí, sino para que entres al matrimonio con el conocimiento, al menos en cierta medida, de lo que te estás comprometiendo realmente. Esta persona no fue hecha para ti. No fue diseñada para que lo sea así. Algunas partes de tu relación serán incongruentes y conflictivas. No va a hacer click todo, tal set de legos, como tal vez lo esperes si es que piensas que este emparejamiento estaba destinado en los astros.”

”Es gracioso que las personas que se divorcian suelen citar “diferencias irreconciliables”. Pues bien, ¿qué pensaron que ocurriría? ¿Pensaron que toda diferencia sería reconciliable? ¿Pensaron que cada conflicto entre ellos podría solucionarse de manera perfecta y permanente?”

”Las personas comienzan los matrimonios con la mentalidad de niños y, en realidad, creo que la cultura popular tiene mucho que ver con ello. El matrimonio es una elección que se toma en contra de todas las posibilidades. Eso es lo que lo hace tan emocionante. Afortunadamente, tomé esta elección con mi esposa. Ahora ella es mi alma gemela, mi otra mitad, la parte que me completa, pero no podía decir eso acerca de ella hasta que pronunciamos el “sí” el uno al otro.”

”Sabes, podría haber sido que no lo hubiésemos dicho. Ella podría haber conocido a otra persona. Yo podría haber corrido hacia las montañas para ser un monje ermitaño por el resto de mis días. Ella se podría haber mudado a la ciudad y casado con un abogado o un banquero rico. “

”Podría no haberme llamado de vuelta después de nuestra primera cita. Podríamos haber salido por años, hasta que, un día la relación se hubiese desgastado, como casi siempre lo hacen. Ella podría haberse ido a California para convertirse en actriz. Yo me podría haber ido a Dinamarca y estar viviendo con una policía fronteriza llamada Helga. Literalmente, existían millones de cosas que cualquiera de nosotros podría haber hecho. Existía una multitud innumerable de resultados posibles, pero este fue nuestro resultado, porque así lo escogimos. No porque estábamos destinados o predeterminados el uno al otro, no porque era algo “escrito en los atroz”, sino porque nosotros lo escogimos. Para mí, esto es mucho más romántico que ser empujado por el destino hasta que los dos choquemos inevitablemente y todo lo que estaba escrito en nuestros horóscopos pasivamente se complete de manera inescapable.”

”Nosotros somos los protagonistas de nuestra historia de amor, no los espectadores.”

”No existe duda que hay ciertos tipos de personalidad que se van a llevar mejor contigo, puedes tener unos cuantos rasgos y características específicas que buscas que tu compañero posea. Es bueno tener estándares, obviamente. No digo que deberías saltar a un pozo revuelto y gritar “¡Aló, no tengo un alma gemela, así que me casaré con quien sea!” ¿Quién se atreve?”

”Lo que sí estoy diciendo es que, si eres soltero, probablemente existen allá afuera cientos de opciones distintas. Ninguno de ellos es tu alma gemela, pero todos ellos son posibles almas gemelas. No tienes que buscar con pinzas a esa persona hecha a tu medida, a ese granito de arena desértico personalizado solo para tí. Vas a estar solo por siempre si haces esto y no tienes por qué estar solo para siempre.”

”Puedo reconocer todo esto sin sentir que he minimizado el significado de mi relación con mi esposa. Todo lo contrario. Esto es lo que hace que nuestro matrimonio sea una cosa tan inmensa e inconcebible. Fue una decisión, una de las muchas decisiones que pueden tomar dos personas con libertad, pero esa decisión, ese momento fue eterno. Como escribió C.S Lewis, fue un momento que contuvo todos los otros momentos. Como seres humanos, rara vez tomamos decisiones para la eternidad. De hecho, rara vez tomamos decisiones que duran más de un día. Escogemos una cosa, después otra y luego volvemos a la original, luego algo más y otra cosa más. Pero mediante el matrimonio nos escogemos el uno al otro y consagramos esa elección, Dios fusiona nuestras almas en una y eso es todo. De este modo alteramos permanentemente nuestra realidad y nuestra identidad, todo mediante una sola decisión. ¿No es esto algo hermoso y milagroso?”

”Existe un peligro inherente muy real en la mentalidad de que “hay solamente una persona específica en el mundo para ti”. Piénsalo. Si estás “destinado” a una persona específica, ¿quién dice cuándo y si la conocerás alguna vez? ¿Quién te puede asegurar que esa persona es con quien te casaste? Y, ¿qué pasa si no te casas y luego, de la nada, alguien se muda al lado tuyo o llega un nuevo compañero de trabajo a tu oficina o te encuentras con una persona en el supermercado o tu mirada se entrelaza con la del cajero del supermercado y derrepente te das cuenta que esta persona es tu alma gemela, la persona con quién “te deberías casar”?”

”Si estamos destinados para alguien en particular, ¿quién te va a decir que no estás en lo correcto? Sí, seguro, el adulterio es malvado, pero esta es tu alma gemela de la que hablamos. Esta persona te fue destinada a ti por Dios, ¿puede realmente enojarse si te deshaces del error para reunirte con tu verdadera princesa o tu verdadero príncipe encantador? Tal vez técnicamente eres un adultero que anda traicionando y haciendo trampa por la espalda, ¿pero mientras sigas tu corazón, quién puede culparte? Estás corrigiendo un error. Resolviendo una injusticia cósmica. Cumpliendo con tu destino. ¿No es eso lo que los adúlteros suelen decirse a ellos mismos, en particular las mujeres adúlteras? Esta es la parte fea y oculta de los cuentos de hadas de la cultura pop. Les da un pase libre a los adúlteros y convence a las personas casadas a que sigan sus emociones en lugar de mantenerse firmes a sus votos.”

”Bueno, o están en lo acertado o en lo incorrecto. Y, si están en lo incorrecto, eso nos lleva justo de vuelta a mi conclusión. Una vez que te casas, estás destinado a esa persona y a nadie más. No te casaste con ellos porque estabas destinado a ellos, sino que estás destinado a esa persona por el hecho de haber contraído matrimonio con ella. No existe nadie más. Ya a ese punto no existe otra persona “adecuada” para ti. Tal vez si lo existía justo 15 segundos antes que dieras el “sí”, pero ya no. Algo ocurrió en ese momento destinado. Tú cambiaste, ellos cambiaron, el universo cambió y es irreversible.”

”Suena un poco terrorífico porque lo es. Da un poco de miedo porque estamos formando parte de algo que es más grande y más vasto que nuestra capacidad de entenderlo. Da miedo en el sentido que infunde el miedo en nuestros corazones, pero es un miedo en el sentido de admiración y asombro, es en el mismo sentido que tememos al mismo Dios.”

”Mi esposa y yo no estábamos destinados el uno al otro. No fue el destino que nos unió. No estamos unidos por el karma, sino por nuestra elección. Y, aunque puede que esta frase no haga un buen subtítulo para la próxima novela de Nicholas Sparks, sí es mucho más romántica que cualquier cosa escrita por él.”

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