Los vestidos de novia con varias vidas son la especialidad de Jordi Dalmau: el diseñador se ha convertido en todo un experto en el arte del trampantojo, conviertiendo absolutamente todas sus piezas en un truco visual, que permite a la novia disponer de dos o más vestidos con apenas un gesto de la mano.

Prueba de ello es la asombrosa facilidad con la que sus modelos, de las más sonrientes de esta edición de Gaudí Novias, desmontan cada primera versión de su vestido de novia, para convertirlo en algo totalmente diferente.

Imprescindibles, como siempre, los corsés, que ensalzan la curva de la cintura y la línea de la cadera, con vertiginosos escotes corazón o palabra de honor. En la colección 2013, además propone vestidos largos a cortos, de falda a pantalón.