Un símbolo de fertilidad, abundancia y prosperidad; arrojar arroz sobre los novios a la salida de la ceremonia se ha convertido en una tradición que se presume es originada del oriente.

El sencillo acto de sacar un puñado de delicadas semillas del interior de una bolsa, para se lanzadas sobre la pareja, se convierte en una tradición realizada a lo largo de los años.

Su historia data de épocas históricas como de la Antigua Roma, inspirados en la torta de bodas. Por aquel entonces, la tradición mandaba que la novia portase consigo espigas de trigo en forma de ramo o trenzadas en el pelo, como símbolo de fertilidad, mientras que el novio se encargaba de ‘romper’ pequeños pasteles de trigo horneado sobre la cabeza de la desposada con la misma intención. La pareja repartía posteriormente las migas entre los invitados, arrojados con mucha efusión sobre la flamante pareja de casados luego del enlace.

Con el tiempo, estas semillas de trigo fueron sustituidas por granos de arroz, y hoy en día, por originales rituales como los pétalos de rosa y hasta burbujas de jabón.