Afirma que los fotógrafos omitieron los momentos más importantes de la boda, como por ejemplo, el primer baile de los recién casados y el lanzamiento del ramo por parte de la novia.

El demandante esperó ocho años para dirigirse a la justicia. Sin embargo, su matrimonio ya no es tal: su boda tuvo lugar en 2003 y en 2008 la pareja se divorció, después de lo cual la ya ex esposa regresó a Letonia, de donde era originaria y donde reside en la actualidad.

El hombre exige que le reembolse la suma que gastó en los servicios de la agencia, 4.100 dólares, y además 48.000 de indemnización. Con eel dinero planea “reconstruir” la ceremonia con la participación de fotógrafos más profesionales.

El exmarido ni siquiera sabe dónde vive exactamente Milena ahora, pero en la suma de 48.000 dólares que reclama a la agencia se incluye el precio de pasajes de avión tanto para su exmujer como para su madre y hermana, que participaron en el evento original.