¿Qué hace que algunos matrimonios se desintegren en el primer año y otros duren toda una vida? El aprecio y la ambalidad son, según Derek Lovell los 2 ingredientes secretos del amor duradero.

Todo está en la mente. Al final es simplemente una cuestión de actitud:

Maestros y desastres del matrimonio

Los científicos sociales comenzaron a estudiar los matrimonios mediante su observación en los 70’s como respuesta a una crisis: las parejas casadas se estaban divorciando en índices sin precedentes. Preocupados del impacto que estos divorcios podrían tener en los hijos de los matrimonios deshechos, los psicólogos decidieron lanzar sus redes científicas sobre las parejas, trayéndolas al laboratorio para observarlas y determinar cuáles eran los ingredientes para una relación duradera y sana.

Con un equipo de investigadores, los científicos conectaron las parejas a electrodos y les pidieron que hablaran sobre su relación, cómo se conocieron, algún conflicto importante que estuvieran enfrentando juntos y una memoria positiva que tuvieran. Mientras hablaban, los electrodos medían el corriente sanguíneo de los sujetos, sus pulsaciones cardiacas y cuánto sudor producían. Luego, los investigadores enviaban a la pareja a casa y le hacían un seguimiento seis años después para ver si aún seguían juntos.

De la información que recolectaron, Gottman separó a las parejas en dos grandes grupos: los maestros y los desastres. Los maestros seguían felizmente juntos después de los seis años. Los desastres habían o terminado su relación o eran crónicamente infelices en sus matrimonios.

Pero, ¿qué tiene la psicología que ver con todo esto? El problema era que los desastres demostraron todas las señales de agitación en sus relaciones. Tener una conversación sentados al lado de su relativo esposo o esposa, para sus cuerpos, era como estar enfrentándose a un tigre dientes de sable.

“Hay un hábito mental que los maestros tienen,” Gottman explicó durante una entrevista, “el cual radica en lo siguiente: están escaneando su medio social buscando cosas que pueden apreciar y agradecer. Están construyendo esta cultura del respeto y apreciación con mucha determinación. Los desastres escanean el medio social buscando los errores de sus parejas.”

El desprecio es el factor número 1 de separación entre las parejas

El desprecio, han encontrado, es el factor numero uno que separa las parejas. Las personas que se dedican a criticar a sus parejas pierden de vista un 50% de cosas positivas que sus parejas están haciendo e incluso pueden crear negatividad ¡cuando no está ahí!

Las personas que desaíran a sus parejas –ignorando a la pareja deliberadamente o respondiéndole mínimamente- dañan la relación haciendo sentir inútil e invisible a su pareja, como si no estuvieran ahí, no fueran valorados. Y las personas que tratan a sus parejas con desprecio y los critican no hacen nada más que empeorar el daño.

La amabilidad es el indicador más importante de satisfacción y estabilidad en una relación. La amabilidad hace sentir a cada miembro de la pareja importante, entendido y validado –lo hace sentir amado.

Los tiempos más duros para aplicar la amabilidad es, obviamente, durante una pelea –pero esto es también el momento más importante para ser amable. Dejar que el desprecio y la agresión se salgan fuera de control durante un conflicto puede causar daño irrevocable en una relación.

“La amabilidad no significa que no expresemos nuestro enojo,” explicó Julie Gottman, “pero la amabilidad informa cómo elegimos expresar el enojo. Puedes tirarle lanzas a tu pareja. O puedes explicarle por qué estás dolido y enojado, y este es el camino amable.”

Cuando la gente piensa sobre poner en práctica la amabilidad, usualmente piensan en pequeños actos de generosidad, como comprarse entre ellos pequeños regalos o darse masajes el uno al otro de vez en cuando. Aún cuando estos son buenos ejemplos de generosidad, la amabilidad puede también constituirse como columna vertebrar de una relación, a través de la forma en la que la pareja interactúa diariamente, hayan o no masajes y chocolates involucrados.

Otra estrategia poderosa de amabilidad tiene que ver con compartir el gozo. Uno de los signos delatores de las parejas desastre que se estudiaron, fue su inhabilidad para conectar con las buenas noticias del otro. Cuando una persona en la relación compartía con entusiasmo la buena noticia de, por ejemplo, una promoción en el trabajo, el otro respondería con un desinterés rígido, mirando su reloj o terminando la conversación con un comentario como, “Qué bueno.”

A medida que el estrés normal de una vida en conjunto se acumula –con los hijos, carreras, amigos, suegros, y otras distracciones amontonándose durante los momentos de romanticismo e intimidad– las parejas pueden dedicar menos esfuerzo a sus relaciones y dejar que la menor queja que tiene el uno contra el otro los separe.

En la mayoría de los matrimonios, los niveles de satisfacción caen dramáticamente dentro de los primeros años juntos. Pero entre las parejas que no solo lo superan, sino que también viven juntos felizmente por años y años, el espíritu de amabilidad y generosidad los guía hacia delante.