El matrimonio es una de las cosas con las que han soñado muchas personas, sin embargo, también hay las que simplemente no tienen planeado casarse hoy ni nunca. Aunque muchos creen que todos tenemos esa ilusión de casarnos y vestirnos de blanco, también hay los que pensamos que el matrimonio no es para nosotros por estas razones:

1. La mayoría de las personas ya no están apuradas por casarse

De acuerdo a Pew statistics, a principios de la década de los 80’, la edad promedio para casarse era de 25 años para los hombres y 22 para las mujeres. En el año 2011 se registró que estos números eran 29 para los hombres y 27 para las mujeres. El informe adjudica estos números, entre otras cosas, al hecho de que las parejas ya no sienten que el matrimonio sea un factor determinante para ser padres, y también a la “competencia” de otros estilos de vida tales como convivir, vivir solo o con amigos. Así no te estreses por no estar casado…la mayoría se está quedando soltero de todas maneras.

2. De hecho, muchas personas creen que el casarse no tiene muchas ventajas

Una encuesta del año 2010 revela que la mayoría de los encuestados no creían que las personas casadas tenían muchos beneficios en términos de “tener una vida sexual satisfactoria, seguridad económica, alcanzar la felicidad y estatus social”. Además, el 24% de quienes sí creen que casarse implica cambios positivos, dicen que cuando se trata del trabajo, estar casado puede afectar las posibilidades de avanzar en términos profesionales.

3. Para los hombres, el matrimonio puede ser sinónimo de sobrepeso

Es prácticamente un cliché el pensar que las mujeres sientes que pueden “dejarse estar” una vez que se casan. Sin embargo, un estudio reciente publicado por la revista de asuntos familiares Sysems & Health, muestra que los hombres tienen más posibilidades de tener sobrepeso cuando están casados. Después de monitorear los hábitos alimenticios, actividad física y peso de 2.300 hombres jóvenes, se determinó que los hombres casados tenían un 25% más de probabilidades de desarrollar sobrepeso que aquellos que eran solteros o que se encontraban en una relación. De acuerdo al estudio, cerca del 60% de los hombres casados tenían sobrepeso, comparado con un 40% en mujeres casadas.

4. El matrimonio puede ser el inicio de una seguidilla de problemas económicos

El matrimonio es caro y puede influir en tus finanzas de muchas maneras. No es seguro que dure y puede dejarte en una situación complicada al terminar. Puede hacerte gastar el doble del dinero del que normalmente gastarías, o en el caso contrario, puede hacer que te confíes por la situación económica de tu pareja y te desmotives de alcanzar tus propios logros financieros.

5. El matrimonio puede parecer una institución pasada de moda, y algunas personas simplemente no buscan encajar en ese molde

No tienes que hacer lo que hace todo el mundo. Puedes encontrar tus propios caminos.

No todo el mundo se quiere casar. Incluso hay parejas homosexuales que ahora que tienen la opción de casarse, deciden no hacerlo. Elizabeth Wood, una lesbiana de 77 años de edad, dijo a The New York Times que siendo gay, ella siempre se sintió como un “cuasi-fuera de la ley” y que la toma de una tradición milenaria como el matrimonio implicaría abandonar su estilo de vida inconformista y rupturista”.

6. Casarse puede poner en riesgo tus amistades

Aunque esto probablemente se aplica más a la gente que tiene amigos en su mayoría solteros, muchas personas sienten diferencias en sus amistades después de casarse. En un artículo de la revista New York, Amy Sohn destaca las maneras en que algunas parejas pierden el interés en su vida social después de casarse:

“Desde que me casé, mis amigos me han tratado como si tuviera una enfermedad contagiosa. Ya no hubo más invitaciones para salir a comer, no más llamadas nocturnas, y luego empecé a escuchar sobre increíbles fiestas en azoteas a las que yo no había sido invitada. Claramente yo también he cambiado un poco. Sin un incentivo para ir a buscar hombres, estaba menos interesada en ir a fiestas y bares”.

Y la planificadora de bodas Sandy Malone opinó en el Huffington Post que la gente tiende a perder por lo menos un amigo cercano después de casarse, ya que tu esposo o esposa llena ese papel. Cuando alguien pasa cada hora del día con su cónyuge, eso puede llevar a descuidar las otras personas en tu vida. Lo que nos lleva al siguiente punto…

7. El matrimonio te puede llevar al riesgoso hábito de contar con una sola persona para todo

Bella DePaulo, psicóloga social y autora de “Singled Out: How Singles are Stereotyped, Stigmatized, and Ignored, and Still Live Happily Ever After”(“Ser Soltero: Cómo los solteros son estereotipados, estigmatizados, ignorados y aún así logran vivir felices para siempre”) dijo a The Huffington Post que muchas parejas casadas cometen el error de convertir a su cónyuge en un “socio para tener sexo y todo lo demás”. Esto crea una “fantasía cultural” poco realista que en última instancia resulta en decepción e infelicidad.

“Una de las cosas que hace que esto sea tan interesante es que es algo comúnmente considerado como algo bueno y romántico”, dice DePaulo. “Piensa en todas las canciones populares con letras como ‘eres mi todo’.” Hay poco reconocimiento acerca de los riesgos que implica el poner todo el capital de tu relación en una solo lugar: tu pareja”.

8. Hoy en día, un matrimonio feliz requiere de un serio compromiso de tiempo y energía que puede ser difícil de mantener en el tiempo

Eli J. Finkel, psicólogo investigador que estudia las relaciones humanas, llega a la conclusión de que en los matrimonios de hoy “las personas que pueden invertir suficiente tiempo y energía en su asociación están viendo beneficios sin precedentes.” ¿Y cuánto es el tiempo suficiente? Según los sociólogos Jeffrey Dew y W. Bradford Wilcox, las parejas casadas que pasan mucho tiempo juntas, ya sea hablando o haciendo alguna actividad al menos una vez a la semana eran 3,5 veces más propensos a ser más felices que aquellas que no lo hacían.

Suena como algo bastante fácil de lograr, excepto por el hecho de que la mayoría de las personas están muy ocupadas. Dew también informó que entre las parejas casadas sin hijos, el tiempo que pasan el uno con el otro se redujo de 35 horas a 26 cada semana. Mucho de esto se debe a la necesidad (y en algunos casos, deseo) que todos tienen de pasar más tiempo en el trabajo. Y en las parejas con hijos se produjo un descenso de 13 horas a la semana a 9, probablemente debido a un aumento en el tiempo que pasan con sus hijos.

El hecho de que los buenos matrimonios requieren más tiempo y esfuerzo que nunca, se valida aún más a partir de las tasas de divorcio que difieren entre parejas ricas y sus parejas menos adineradas. Los estudios muestran que las parejas de bajos ingresos se divorcian más, y parte de la culpa recae en la falta de recursos, de tiempo, etc. dice Frankel.

9. Muchas de los matrimonios terminan en divorcios

Para casi todas las parejas, con el matrimonio viene la posibilidad de un divorcio. Y los divorcios pueden ser complicados y muy costosos. En un estudio de Pew Research realizado en 122 personas que vivían con su pareja en Columbus, Ohio, el 67% de los participantes de clase media, señaló que a pesar de estar entusiasmados con la idea de casarse, estaban preocupados por “las consecuencias sociales, legales, emocionales y económicas del divorcio.”

Y algunas de las estadísticas de las tasas de divorcios, parecen ser bastante crueles para aquellos que creen que el matrimonio es para toda la vida. Se estima que alrededor del 40-50% de los primeros matrimonios y el 60% de los segundos matrimonios terminan en divorcio. Sin embargo, hay variadas investigaciones respecto a este punto. El CDC escribe que la posibilidad “de que un primer matrimonio llegara a cumplir su aniversario número 20 fue del 52% para las mujeres y 56% para los hombres durante los años 2006 a 2010″, y esto se condice con las tendencias de divorcio a través de las últimas tres décadas. Además, parece que cuanto más joven uno se casa, más probabilidades tendrá de terminar divorciado. La edad promedio estimada para el divorcio hoy en día es de 30 años.

10. Además, hay una buena alternativa al matrimonio: la unión civil o acuerdo de vida en pareja

Si quieres formar un vínculo significativo (y oficial) con tu pareja, pero simplemente no te gusta la idea y la práctica del matrimonio, siempre tienes la opción de entrar en una unión civil o firmar un acuerdo de vida en pareja. Si bien estos son, en su mayoría, populares entre las parejas homosexuales, las parejas heterosexuales también tienen derecho a optar por esa alternativa.

Las uniones civiles también podrían ayudar a las personas mayores en gran medida. Al optar por una unión civil en lugar de volver a casarse, pueden aferrarse a los beneficios del Seguro Social o beneficios de pensión.

En última instancia, la belleza de una unión civil o un acuerdo de vida en pareja es que puede ofrecer tanto para parejas heterosexuales como homosexuales los beneficios de una pareja casada tradicionalmente, sin tener que casarse necesariamente, algo que algunos pueden encontrar aburrido y demasiado formal.

Fuente: Huffington Post